Futuro económico de México en 2026: Entre revisión del T-MEC y freno al 'nearshoring'
Ciudad de México.- A pesar del entusiasmo generado por la relocalización de empresas, un análisis reciente de Standard & Poor's (S&P) Global Market Intelligence proyecta que México será el país con el menor crecimiento económico en 2026 dentro de las seis principales economías de América Latina.
Este panorama responde principalmente a la incertidumbre generada por la revisión del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), un factor que ha comenzado a mitigar el impulso inicial del nearshoring.
El desafío de la revisión del T-MEC en 2026
La revisión "crítica" del T-MEC, programada para mediados de 2026, se perfila como el eje central de la agenda económica. Los analistas advierten que este proceso probablemente incluirá reglas de origen más estrictas con el fin de concentrar una mayor parte de la cadena de suministro en Norteamérica.
Esta dinámica comercial con Estados Unidos exigirá una adaptación ágil por parte de la industria nacional para mitigar riesgos y ajustar sus procesos productivos.
Según el reporte “La era de la agilidad: temas clave que darán forma a América Latina en 2026”, México enfrentará el crecimiento de exportaciones más lento entre las economías del LatAm-6 (Brasil, México, Argentina, Perú, Chile y Colombia) debido a restricciones comerciales y la incertidumbre global.
Inflación y restricciones operativas: Los obstáculos internos
Además del contexto internacional, existen factores internos que limitarán la expansión económica mexicana:
- Persistencia inflacionaria: La inflación en el sector de servicios podría mantener las tasas de interés elevadas, lo que encarece el crédito y frena el consumo y la inversión.
- Crisis hídrica y centros de datos: Si bien México atrae inversiones para centros de datos, el alto consumo de agua de estas instalaciones genera tensiones sociales y legales, especialmente en regiones afectadas por la sequía.
El contraste: Un cierre de 2025 con cifras positivas
A pesar de las proyecciones cautelosas para 2026, el cierre de 2025 muestra un ritmo sólido en el comercio exterior. En noviembre de 2025, el país registró un superávit comercial de 663 millones de dólares, impulsado por un crecimiento anual del 7.9% en las exportaciones totales.
Este dinamismo fue sostenido principalmente por las exportaciones no petroleras, que crecieron un 10.5%, destacando un incremento del 8.5% hacia los Estados Unidos y un notable 20.9% hacia el resto del mundo. No obstante, las ventas petroleras sufrieron una contracción del 40.4% en el mismo periodo.
En conclusión, el año 2026 se perfila como un periodo de ajustes estratégicos fundamentales, donde la capacidad del país para navegar las nuevas realidades comerciales determinará su relevancia en el mercado global.
