Ejecuta EU a reo por primera vez con desfibrilador implantado en el corazón
Miami.- En un evento sin precedentes, las autoridades estadounidenses llevaron a cabo la primera ejecución con inyección letal de un criminal con un desfibrilador implantado en el corazón.
Esta ejecución, realizada en Tennessee, se llevó a cabo a pesar de las fuertes denuncias de abogados y organizaciones civiles sobre un posible aumento del sufrimiento del condenado.
Precedente controversial
La ejecución tuvo lugar este martes en el Instituto de Máxima Seguridad Riverbend, en Nashville. El condenado fue Byron Black, un hombre de 69 años. Black había sido sentenciado por los asesinatos de su novia, Angela Clay, y las dos hijas de ella, de 9 y 6 años, ocurridos en 1988. La Corte Suprema de Estados Unidos y el gobernador de Tennessee, Bill Lee, rechazaron las peticiones de clemencia de la defensa para intervenir en su caso.
Preocupaciones de la defensa y el sufrimiento agudizado
La defensa de Byron Black había solicitado específicamente que se le retirara el desfibrilador por temor a que el aparato le provocara choques repetidos, lo que agudizaría su sufrimiento durante la ejecución. Según la organización Death Penalty Information Center, Black se encontraba en silla de ruedas y padecía de demencia y fallas cardíacas.
Además, la petición de clemencia destacó que esta sería "la primera ejecución de una persona con discapacidad en Tennessee en la época moderna de la pena de muerte".
Kelley Henry, abogada de Black, afirmó que su cliente no representaba "absolutamente una amenaza para nadie" y calificó la negativa de la corte como "inhumana" e "inconstitucional", dado el rápido deterioro de su cerebro y cuerpo.
Panorama actual: Aumento de ejecuciones en EU
La ejecución de Byron Black marcó la número 28 en Estados Unidos en lo que va de 2025, superando ya las 26 ejecuciones registradas en todo 2024. Esta cifra representa la más alta en los últimos cinco años, según datos del Death Penalty Information Center.
El notable incremento de ejecuciones este año se atribuye particularmente a Florida, que concentra casi una de cada tres ejecuciones. Florida ha llevado a cabo un total de nueve ejecuciones y tiene programadas dos más para agosto: la de Kayle Bates, el 19 de agosto, condenado por el asesinato a cuchilladas de una mujer de 24 años, y la de Curtis Windom, el 28 de agosto, por el asesinato de tres personas en el condado de Orange.