Generación Z: Fragmentada, digital y en búsqueda de lo ‘real’
Redacción
La Generación Z (nacidos aproximadamente entre 1995/1997 y 2010/2012), lejos de ser un bloque monolítico, se revela como un grupo poblacional de profundas contradicciones. Mientras que por un lado es nativa digital y altamente adaptable, por otro, se enfrenta a una fragmentación ideológica inédita, una alta inestabilidad laboral y una "emergencia silenciosa" en salud mental. Estudios recientes en medios de comunicación, política y empleo global ofrecen un mapa detallado de esta juventud que ya está transformando el futuro social y económico.
Ni tan liberal Ni tan activista
Durante años, prevaleció la idea de que la Generación Z priorizaba ideales activistas vinculados a la igualdad y la resistencia al statu quo, superando a sus antecesores millennials. Sin embargo, esta visión ha sido matizada por sondeos recientes que apuntan a la adopción de posturas más conservadoras, especialmente entre los varones.
Esta división ideológica se ha agudizado por la edad y el género. El análisis sugiere la existencia de dos subgrupos: la “Generación Z mayor” (más progresista y demócrata) y la “Generación Z joven” (más atraída por ideales conservadores y más escéptica).
En Estados Unidos, por ejemplo, el 56% de los hombres entre 18 y 29 años votó por Donald Trump, una cifra significativamente más alta que el 40% de las mujeres del mismo rango etario que lo eligieron en 2024. Este fenómeno de hombres jóvenes orientados a la derecha y mujeres hacia posturas progresistas se registra globalmente en países como Corea del Sur, Argentina, Alemania y el Reino Unido.
Los expertos señalan al menos tres variables clave detrás de esta fragmentación: la pandemia de covid-19, la desinformación y un entorno mediático distinto.
La "Generación Z joven” creció en el contexto pandémico y, en lo político, comenzó a ver el movimiento conservador MAGA como una contracultura. Además, el ecosistema digital, en especial TikTok, ha sido capitalizado por grupos conservadores y influencers de fitness o estilo de vida que promueven valores como la disciplina, la responsabilidad personal y el individualismo, a menudo alineados con discursos de derecha.
Un hallazgo relevante es que el 60% de los hombres Z considera que la lucha por la igualdad de las mujeres discrimina a los hombres, una opinión compartida por el 40% de las mujeres Z, lo que evidencia una resistencia al término "feminista" incluso entre quienes apoyan la igualdad.
Prioridades laborales y la gran rotación
En el ámbito laboral, la Generación Z en España muestra una marcada inestabilidad. Los jóvenes de entre 18 y 28 años son los que experimentan la mayor rotación: el 41% reconoce haber dejado un empleo en menos de un año por decisión propia. Esto contrasta fuertemente con los Baby Boomers (11%) y la Generación X (23%).
No solo rotan voluntariamente. La Gen Z es también la más despedida tras menos de un año en un puesto de trabajo, con un 38% de casos, superior a la media general del 28%. A nivel global, la estabilidad laboral no es su prioridad, ya que solo el 11% espera permanecer indefinidamente en la misma empresa.
Las principales razones para abandonar un puesto son un salario bajo (40%), seguido de la falta de flexibilidad (13%) y la desalineación de valores con la empresa (11%).
Al definir su trabajo ideal, la prioridad sigue siendo recibir un salario adecuado (36%), además de la flexibilidad en horario (15%) y ubicación (14%). Pese a la rotación, muestran el mayor interés en asumir una mayor responsabilidad en el trabajo, indicando una búsqueda de desafíos y crecimiento.
Además, esta generación, al ser nativa digital, destaca por su incorporación de la Inteligencia Artificial (IA) en el día a día laboral. España es la tercera región a nivel mundial con más porcentaje de jóvenes que incorporan la IA para resolver problemas en el trabajo (64%). Sin embargo, la disminución global de ofertas para puestos de nivel inicial (-29% desde enero de 2024) genera preocupación sobre el impacto de la creciente automatización a través de la IA.
Nuevo consumo digital: Amistad, ansiedad y altavoces
En cuanto a sus preferencias mediáticas, la juventud nacida entre 1995 y 2010 busca más series de animación y menos sexo en pantalla, pues están "hartos de historias románticas poco realistas o forzadas".
Más de la mitad de los encuestados (59.7%) busca contenido donde las relaciones centrales sean las amistades. De hecho, el 54.9% desea que personajes de género diferente prioricen su amistad en lugar de que se convierta en una relación romántica.
Esta búsqueda de autenticidad se extiende a sus hábitos de comunicación. La escena tradicional de sostener el teléfono pegado a la oreja se está desvaneciendo. Solo el 55% de la Gen Z utiliza la técnica tradicional.
El cambio está impulsado por la multitarea y la movilidad, haciendo populares estilos como el Proudhailer (usar el altavoz a distancia, adoptado por el 18%) y el Walkie-Squawkie (usar auriculares o earbuds, adoptado por el 17%).
En su relación con la información y las instituciones, existe una clara desconfianza. El 44% de los centennials prefiere confiar sus datos personales a las plataformas sociales, mientras que solo el 37% opta por las instituciones gubernamentales para este fin. Para ellos, compartir datos es una cuestión de utilidad práctica (41%) más que una preocupación de privacidad.
Finalmente, la Gen Z se enfrenta a una gran carga emocional. Tres de cada cuatro jóvenes mexicanos (76%) consumen noticias al menos una vez por semana, y el 75% señala sentir agobio después de exponerse a dichos contenidos. A pesar de esto, demuestran alta resiliencia: el 64% siente capacidad para desempeñar un rol activo en su presente y futuro. Para lograrlo, demandan soluciones de salud mental y señalan a las escuelas (81%), gobiernos nacionales (75%) y medios de comunicación (66%) como actores clave para liderar el acompañamiento.
La Gen Z, con su creciente influencia en la economía global (casi la mitad ya está en el mercado laboral), define su identidad a través de la volatilidad laboral, la polarización ideológica y la búsqueda de conexiones genuinas, tanto en la ficción como en la vida real.
