Un premio que reconoce una visión: Yolanda Sapiain y su aporte a la educación digital
A veces, los premios no llegan como meta, sino como confirmación de que el camino elegido tiene sentido. Para Yolanda Nohemy Sapiain Gutiérrez, recibir el Premio Tacarigua de Oro Internacional como “Emprendedora en Educación Revelación del Año” fue una señal. Una señal de que su apuesta por una educación útil, accesible y digitalizada para comunidades migrantes no solo era válida, sino transformadora.
Sentada en su oficina en Miami, Yolanda recuerda ese momento con serenidad. “Fue muy especial”, dice, como quien aún digiere la magnitud del reconocimiento. Pero no hay euforia en su relato, sino claridad. Lo que más valora no es el trofeo, sino lo que representa: un homenaje a años de esfuerzo silencioso, de decisiones valientes y de construir desde cero un modelo educativo adaptado a realidades urgentes.
Su historia no sigue el patrón habitual del éxito. Nació y se formó en Venezuela, se especializó en Derecho y trabajó formando jueces y fiscales. Luego, el cambio. La emigración. El comenzar de nuevo. En Estados Unidos, detectó una brecha urgente: la falta de educación estructurada sobre procesos migratorios. Y decidió hacer algo al respecto.
“Muchas personas llegan a este país sin saber por dónde empezar. No entienden los formularios, temen equivocarse. Ahí sentí que podía aportar”,
cuenta. Así comenzó a desarrollar recursos educativos diseñados específicamente para atender esta necesidad. Su iniciativa dio origen a programas formativos especializados, y posteriormente a un ecosistema digital completo que hoy constituye una referencia profesional para miles de estudiantes hispanohablantes en temas migratorios.
Ese enfoque práctico, esa voluntad de crear herramientas útiles, es lo que más destacó el jurado del Premio Tacarigua. No se trata solo de enseñar; se trata de cambiar realidades a través del conocimiento.
“Creo en la educación como herramienta de libertad”, afirma Yolanda. Y su trabajo lo demuestra.
El premio llegó en 2023, tras un año intenso de expansión y consolidación. Sus plataformas habían capacitado ya a miles de personas. Su Manual de Formas de Inmigración se había convertido en un éxito editorial, integrando recursos digitales como códigos QR. Poco después, a principios de 2024, llegó otro reconocimiento: su inclusión entre los 100 creadores más influyentes del mundo en la plataforma educativa Teachable, como parte del programa Teachable Innovators, validando el impacto de su propuesta en el ecosistema global del aprendizaje digital.
El impacto del galardón no fue solo simbólico. Abrió puertas a nuevas alianzas estratégicas con instituciones, universidades y cámaras de comercio. También fortaleció la legitimidad de su enfoque pedagógico ante públicos más amplios, consolidando su credibilidad como agente de cambio.
“Fue como si se encendiera una luz verde para continuar y escalar aún más”, comenta.
Lejos de sentirse satisfecha, Yolanda lo asumió como un impulso.
“Sentí que era momento de ir más allá”,
comenta. Actualmente trabaja en la actualización de sus sistemas, incorporando inteligencia artificial avanzada para personalizar aún más la experiencia del usuario. También planea llevar sus programas a otros países de América Latina y Europa.
En su agenda están presentes proyectos que apuntan al desarrollo de programas híbridos que combinen lo mejor del aprendizaje digital con actividades presenciales en alianza con instituciones locales.
“Queremos que la educación migratoria sea tan confiable como cualquier otro programa académico, pero más asequible y mucho más aplicable”, explica.
Al preguntarle qué aprendió de este camino, responde sin dudar: resiliencia.
“Tuve que enfrentar escepticismo, falta de apoyo, y muchas veces, soledad. Pero nunca dudé de mi propósito”,
comparte. Su mensaje a quienes comienzan es claro: no se necesita tener todo resuelto para comenzar. Solo se necesita convicción.
Hoy, el premio reposa en una repisa visible. No por vanidad, sino como recordatorio.
“Es para mí, pero también para todas las personas que se formaron gracias a estas plataformas. Es un símbolo de que el esfuerzo colectivo sí transforma.”
Yolanda Sapiain no busca admiración, busca impacto. Y en el rostro de cada persona que ha aprendido, comprendido o tomado una decisión más segura gracias a sus cursos, sabe que ya ganó mucho antes de recibir el oro.