Tordo, rock duro y a la cabeza

Por Carlos Meraz

Su rock lo desdriben como “puro”, con guitarras distorsionadas y una potente batería, mediante un sonido duro con reminiscencias noventeras y con letras directo a la cabeza. Eso es Tordo.

El cuarteto capitalino lanzará el próximo 25 de marzo su álbum debut Iridiscente, que presentarán en directo en el Foro Viena, ubicado en Av. Centenario 159, en la colonia Del Carmen, alcaldía Coyoacán.

Tordo se fundó en 2016, con influencias desde Resorte y Zurdok, hasta Nirvana y Audioslave, y está compuesto por Octavio, en la voz y guitarra; Robert, en el bajo; Edgar, en la batería y Paola, en la guitarra.

“Éramos estudiantes de la Escuela de Música del Rock a la Palabra, de Guillermo Briseño, y la muerte de nuestra querida Betsy Pecanins (13 de diciembre de 2016) marcó el inicio de la banda”, destacó Octavio.

El nombre del grupo y también el título de su primer disco se remite a un ave, conocida en el país como zanate, poseedora de un peculiar plumaje negro iridiscente, que muestra a contraluz los colores del arcoíris.

“Por eso el nombre del disco... Es mostrar esos matices, colores en donde parecía no haberlos”, dijo Octavio.

INSTANTÁNEAS SOCIALES
Producido por Ricardo Jiménez, Iridiscente incluirá 10 temas, de los quese desprenden los sencillos Bala perdida, Tu sonrisa, Metro y Duele.

“La primera canción está inspirada en un caso real, de una bala perdida en Iztapalapa; Metro habla sobre los niños explotados en los andenes y vagones y Duele es una declaración de principios de Tordo, que define el discurso y el sonido de la banda.

“Pero también hay otras más con una carga social, hay oitra sobre los 43 de Ayotzinapa, la guardería ABC, los feminicidios, los mass media manipuladores, la pederastia y la frustración laboral”, relató Octavio.

Las canciones de Tordo pretenden ser un retrato de la sociedad actual, unas “instantáneas sociales” de crítica que buscan la empatía en la audencia.

“Venimos de ese nicho oprimido, ninguno de nosotros proviene de una posición privilegiada. Por ello buscamos inmortalizar el instante, intenatr ser cronistas de lo que nos tocó vivir.

“Somos necios, hijos de de la resistencia y la protesta, y queremos rescatar eso que no se queda hundido con el mainstream. Y así craer empatía y pór qué no hasta identidad con la gente”, concluyó Octavio.