NUEVA YORK – Estas Chivas son milagrosas, lograron lo que pocos creían posible, se instalaron en la gran Final de la Liga de Campeones de Concacaf tras igualar sin goles en su visita a la cancha del Red Bulls de Nueva York, aunque eso sí, lo hizo fuera de su estilo, con una defensa a ultranza, pero aprovechando el 1-0 a favor logrado en la ida. Aunque en el caso del Rebaño el fin justificó los medios.
Rodolfo Cota parecía un auténtico pulpo, sacaba balones por arriba, abajo o a través de disparos de media distancia, el portero de las Chivas se multiplicaba como podía para salvar su meta, la defensa hizo agua en los primeros minutos, después todo el conjunto rojiblanco cercó su área y se dedicó a tratar de alejar el peligro, aunque le cedió la iniciativa por completo al rival.
Red Bulls tuvo el balón, las aproximaciones, las jugadas por los costados, pero en todo momento careció de tino. Incluso, en los minutos finales el conjunto mexicano estuvo cerca de abrir el marcador a través de Rodolfo Pizarro ante el lanzamiento total y al frente del cuadro de la MLS, pero el volante tapatío no supo concretar.
