El cártel del clóset: La historia de Hélmer ‘Pacho’ Herrera el narco abiertamente gay
Por Alan Falcón
El mundo del narcotráfico está en boca de todos, donde vemos como el poder se mide en kilos de cocaína y la lealtad se sella con sangre. Son pocas las historias que causan una impresión mediática y no fue la excepción de la vida del narcotraficante Hélmer Herrera Buitrago, más conocido como “Pacho”.
Un capo fuera del molde
Uno de los capos más temidos y respetados del Cártel de Cali, fue el segundo más poderoso de Colombia en los años 90. Nació el 24 de agosto de 1951 en Palmira, Valle del Cauca, siendo asesinado el 5 de noviembre de 1998 a la edad de 47 años por una persona que ingresó al Centro Penitenciario de Palmira como su abogado detonando 7 impactos de bala en la cabeza, provocándole la muerte instantánea.
La vida de Hélmer “Pacho” se desencadenaba en medio de fiestas privadas de lujo, operaciones millonarias de cocaína donde en lugar de contratar a las típicas “mujeres repagos” de los capos (término coloquial en Colombia donde la mujer u hombre que ejerce la prostitución es llamada así), el contrataba a “hombres prepagos” para amenizar las fiestas que organizaba.
El elegante del Cártel de Cali
“Pacho” no escondía su identidad ni sus gustos puesto que decidió ser abiertamente gay en uno de los imperios más grandes del narcotráfico en Colombia, un ambiente donde gobierna el machismo, homofobia e incluso la muerte por tener atracción a hacia los hombres. Con fiestas de un lado y su principal enemigo a la mira, Pablo Escobar, se demostraba sin rodeos sabiendo mover la droga y estructuras mentales para acabar con el “patrón del mal”.
Llegando a las reuniones impecable y de buen gusto, con trajes de diseñador, donde lo apodaron “El Elegante”, mostrando un aura de control absoluto manejo rutas de exportación del cártel con precisión. Pero también arrastraba un peso doble de prejuicio, el ser narco y ser abiertamente gay.
Mientras sus enemigos temblaban ante su nombre, Herrera desafiaba otro tipo de miedo, el que impone el prejuicio. En tiempos recientes, las redes y las aplicaciones de citas gay han desenmascarado a varios narcotraficantes que intentaban llevar una doble vida, demostrando que el mundo no cambia el estigma sigue siendo una cadena difícil de romper.
Entre mito y realidad
Hoy su vida sigue causando revuelo, sobre todo en la serie de streaming de “Netflix” ´Narcos´, su personaje aparece sin tapujos: homosexual elegante y calculador. Aunque se duda si en la serie se muestra que tan abiertamente fue su vida fuera de la ficción, lo cierto es que su historia ha sido un tema de conversación y del que se habla muy poco mostrando incluso una conversación incómoda, sobre género, poder y crimen.
Hélmer “Pacho” Herrera es un recordatorio de que incluso en los rincones más obscuros, la verdad puede brillar con fuerza en un mundo donde la violencia parece exigir masculinidad tóxica como requisito de entrada al mundo del narco, para bien o para mal fue una anomalía, una figura compleja, peligrosa y contradictoria donde se atrevió a ser él mismo en un mundo que no perdona la diferencia.