¿Independientes o de un partido?

Se acerca la etapa en que cada partido político tendrá que designar o elegir a sus candidatos para las elecciones de 2018. Será electo el Presidente de la República, gobernadores, el Senado, la Cámara de diputados, entre otros puestos. Los ciudadanos que no están afiliados a un partido político tendrán poca o nula participación en este proceso de selección.

De esta forma, los candidatos postulados por partidos políticos tendrán una responsabilidad para con los partidos no ante los ciudadanos. Sin importar que sean electos por la ciudadanía, formarán parte de una fracción parlamentaria (en el caso de diputados y senadores) y/o responderán a los dirigentes de los partidos que los llevaron a la candidatura.

Estamos ante una evidente separación entre los partidos y la sociedad. La gente ya reconoció esto y la cantidad de candidatos independientes a puestos de elección popular lo demuestra.

Según el último reporte del Instituto Nacional Electoral, hay 74 candidatos independientes a la presidencia de la república. En la lista de aspirantes hay activistas políticos, empresarios, miembros del EZLN, la esposa de un ex presidente de México, entre otros. Independientemente de las personas que participan, el número es algo que considerar.

Esto nos demuestra: que un número considerable de personas no cree que los partidos políticos son la vía por excelencia para acceder a un cargo de elección popular; que los ciudadanos han reconocido que quieren participar directamente en la toma de decisiones y no dejarlo a los “profesionales de la política”; y que la forma en que funciona actualmente el sistema de partidos ya no asegura que las necesidades de la mayoría de la sociedad se están protegiendo.

Los sistemas políticos deben adecuarse según las necesidades de los ciudadanos. Forzar un sistema sobre la sociedad causará el rompimiento total entre Sociedad y Estado. El Estado debe adecuar el sistema político para proteger los intereses de la sociedad, no de grupos específicos.