¿Respetando la ley?

La legislación electoral señala los momentos en que alguien puede buscar un cargo de elección popular. La Ley puntualiza que hay momentos en los que se considera ilegal realizar actos tendientes a pedir el voto. Se refiere a estas etapas como: precampaña, periodo de silencio y campaña. Los partidos y candidatos han tenido que adecuarse a lo señalado por la legislación.

Aparentemente, la Ley regula las actividades de personas que pretenden postularse a un cargo de elección popular. Se ha visto que este no es el caso. Los ciudadanos han encontrado maneras legales de presentarse ante potenciales votantes sin violar la ley. La autoridad electoral ha sido avasallada por el número de personas que presuntamente infringen la ley y ha optado por sancionar a algunos para demostrar que cumple con su mandato. Sin embargo, hay personas que utilizan ciertas fórmulas para lograr que la opinión pública los considere como potenciales líderes.

El mecanismo más común actualmente es el uso de: asociaciones civiles o fundaciones (sin ánimo de lucro) con el fin de ayudar a cierto grupo dentro de la sociedad. Éstas designan voceros (que usualmente serán precandidatos o candidatos) que dan a conocer la visión y misión.

Se reunirán con diversos grupos dentro de las comunidades y se relacionarán con medios de comunicación. Usualmente, todo lo anterior les permite posicionarse ante la opinión pública de manera favorable.

El “brinco” que estas personas dan entre apoyar asociaciones civiles o fundaciones cercanas a ciertos grupos específicos y convertirse en precandidatos y/o candidatos por un partido político es natural. Cuando se acercan los tiempos de designación de precandidatos o candidatos, se cambia la narrativa: la tarea específica de asistir a un grupo de la sociedad se convierte en una tarea general de atender las necesidades del electorado. Así, los interesados en adelantarse a los tiempos electorales han encontrado una forma de no violar la ley pero si llevar a cabo sus fines.