“El humor cultiva la tolerancia”: Pedro Molina

Molina asegura que la caricatura tiene la virtud de ser analítica y breve, por lo que el lector puede aprender en segundos un hecho noticioso que involucre a la sociedad.

Durante 10 años, Pedro Molina se desempeñó como director y creador de “El alacrán” perteneciente al Nuevo Diario en Nicaragua. El suplemento tenía como objetivo ser abierto y tener humor de todo tipo aunque incomodara a ciertos actores políticos.

“Fue una experiencia muy bonita, gratificante  y educativa, porque me ayudó a entender cómo la gente procesa el humor. Hay personas que no son capaces de aceptar que un chiste toque su sector privado; por ejemplo, hay personas de izquierda a quienes les gusta reírse hasta que ve un dibujo del Che Guevara o hay feministas que les encanta el humor hasta que ven una caricatura de su colectivo”, afirmó el caricaturista en entrevista con Diario de México.

Molina asegura que la caricatura tiene la virtud de ser analítica y breve, por lo que el lector puede aprender en segundos un hecho noticioso que involucre a la sociedad.

“Publicar todo tipo de humor nos ayuda a no solo cultivarnos, humorísticamente hablando, sino también, a cultivar la tolerancia y entender que si todos somos iguales estamos expuestos al humor y debemos aceptarlo para que nos ayude a convivir en la diversidad que somos todos”, detalló.  

En el marco del primer encuentro de caricaturistas “La Línea de Fuego”, Pedro Molina asegura que participar en el encuentro fue una oportunidad para compartir su experiencia con colegas de otros países y con ello constatar que no hay realidades muy distintas en los países de Latinoamérica.

“A los dirigentes políticos les encanta decir que vivimos en democracia y que tenemos libertad de expresión, pero nada más tantito, y que la usemos con responsabilidad, pero lo que nos quieren decir es 'tienen libertad de expresión, pero no se metan con nosotros'”, recalcó.

Por último, Molina considera que las redes sociales han ayudado a democratizar la opinión; sin embargo recomienda jerarquizar la información que cuente con criterio, ya que muchas de ellas no tienen fundamentos.