La historia escrita y los mitos son dos maneras de acercarse y conocer el pasado. La primera intenta describir con pruebas documentadas lo sucedido en alguna época, mientras que los mitos intentan dejar alguna lección moral sobre algo sucedido en la antigüedad.
Muchos dicen que el mito es el que le dio origen a la historia, y en cierta manera, siguen estando unidos en el presente.
Antes que nada, expliquemos ambos conceptos:
- El mito es un relato tradicional dotado de carácter simbólico, que narra hechos trascendentes y extraordinarios. Mito no significa mentira y tampoco son inventos, la definición de mito responde a un cuestionamiento existencial, narra la creación del mundo, la explicación de la muerte o explica el origen de la vida.
- La historia como conocimiento, en cambio, es un género totalmente diferente a los mitos. Es objetiva, es el saber sobre el pasado, es un campo de la ciencia del saber humano. No es una ciencia exacta como las matemáticas, ni tiene una sola versión. La Historia se construye con datos meramente subjetivos, que cobran veracidad al presentar pruebas, pruebas documentadas y racionales de lo sucedido.
Claro está que la Historia y el Mito son dos cosas totalmente distintas. El objetivo de los mitos es dar una lección moral, su función es ser el vehículo portador de los valores de las personas de una comunidad. Los mitos son los que ayudan a crear un marco referencial, una cultura y un pensamiento propio en los miembros de una comunidad.
Pero aunque estas dos sean radicalmente distintas, hay que reconocer que la Historia tiene su origen en el Mito, y ambas se construyen con base en fragmentos de la otra.
El mito como testimonio de la historia
El mito se presenta como una suerte de “testimonio” en el presente de un tiempo pasado que es considerado originario (para aquellas personas que pertenecen a determinada comunidad). No es lo mismo decir que mito e historia rinden cuentas de lo antiguo y que por ello deban ser interpretados y analizados de acuerdo a la presunta verdad histórica que se supone que cuentan. El cuento sagrado, o comúnmente conocido como Mito, es un registro histórico del pasado.
Para el lector creyente que interpreta un mito, el pasado no es un “pasado muerto”, sino “una realidad que está viva”, una realidad que está siendo recreada a través del ritual que el mito mantiene.
Es interesante la consideración histórica del mito, el cual no puede ser historia si se lo toma como un todo, pero la historia no puede ser puramente desapasionada, en ella existen personajes y realidades sociales. En los mitos encontramos esa cosa “blanda”, cálida, que le da vida y valores a la historia “dura” de los hechos pasados.
En fin, Historia y Mito van de la mano, se complementan entre ambas para formar lo que llamamos “cultura”, no existe una sin la otra y nos ayudan a formar el conocimiento sobre nuestro pasado.
¿Te has puesto a pensar cuántos mitos conocés que han sido lecciones de valores en tu vida?
