Enrique Argote cuestiona el concepto de historia en Circa 2000, Vestigios de una civilización perdida

Ciudad de México.-  El artista Enrique Argote (Ciudad de México, 1988)  presenta -del 18 de marzo al 29 de abril en El Arenero- su exposición escultórica Circa 2000, Vestigios de una civilización perdida, en la que hace una crítica sobre las narrativas históricas e invita a reflexionar en torno a los conceptos relacionados con el paso del tiempo: la lejanía de las culturas desaparecidas, la forma en la que se exhiben y se observan las evidencias antropológicas, la fugacidad de nuestra vida y la trascendencia de las costumbres.
“¿Qué tan expuestas quedarían nuestras justificaciones personales y colectivas al encontrarnos de frente con nuestro propio valor cultural en exhibición? ¿Qué quedaría de nosotros al pasar por el cernir  del tiempo? ¿Cuáles son los elementos que señalan nuestra cosmovisión del mundo para quienes vivimos alrededor del año 2000?”,  reflexiona la curadora Regina Campos.

En este sentido, Argote busca incitar al espectador a cuestionar, no sólo las historias que se toman como ciertas, sino los procesos que consolidan tales verdades: la manera en la que se crea y se vuelve cierta la historia, las narrativas sobre las que se legitima  lo que se presenta como hechos del pasado, los mecanismos para discernir qué es o no “la verdad.”


Es así que a través de una serie de esculturas, el artista retrata aspectos cotidianos del presente como piezas arqueológicas que sirven como vehículo para dibujar en la mente del espectador un futuro donde nuestra realidad es puesta en una vitrina y estudiada como vestigios antiguos. Obras como “El Pulque Pong”, en la que se unen tres elementos que, si bien  fueron “hallados” en el mismo sitio, no tienen relación entre sí. Los descubridores del futuro le otorgan un significado que parte de una suposición, misma que es mostrada como verdad: “Esta versión del juego de pelota fue practicado por los jóvenes de la región mesoamericana como un ritual del paso de la niñez a la adultez. El joven debía demostrar que su destreza física resistía a los efectos embriagantes del pulque, cuyos poderes de exaltación y aturdimiento atribuían a las travesuras de los dioses de Patécatl y Mayahual”.


“Qué pasaría si sometemos al mismo proceso de encapsulamiento nuestras propias creencias y rituales actuales, si cambiamos la lanza por la corbata y la canasta recolectora de frutos por la thermomix. ¿Hasta dónde y a partir de qué punto nos reconocemos o no dentro de este marco cultural perpetuo y cambiante?”, señala Enrique Argote.


Con las piezas que conforman Circa 2000, el artista, además, quiere confrontar al espectador con sus propias maneras de interpretar el espacio expositivo en el marco de un discurso antropológico, mostrando rasgos de la cultura que se encuentra en un continuo desacuerdo con el imaginario arqueológico.


Es por ello que esta muestra artística  también cuestiona ideologías actuales como la trascendencia del ser, la figura del vencedor como el autor de la “verdad”, la creación y reflexión de los acontecimientos históricos, los roles de género y el consumismo de la “antigüedad”. Obras como “La pieza de los plumeros” (2022), por ejemplo, consta de corbatas recuperadas, entre las que se encuentran algunas heredadas a Argote por su padre, y palos de bambú, para crear un bastón ceremonial donde se juntan las ideas de la labor del hombre y la mujer durante el siglo XX al combinar el objeto de limpieza, que es el plumero, con lo tribal de las corbatas y lo que representan en un atuendo.


Siguiendo los cuestionamientos sobre “la verdad”, el artista pone sobre la balanza el sistema económico que ha moldeado a las sociedades y las desigualdades que genera, esto se puede observar en "Salario mínimo 1 enero - 18 de Marzo 2023", (2023), hecha de 279 escobas de anís, que son el número de escobas que tendría que haber vendido una persona para ganar el salario mínimo (207 pesos diarios) durante los días hábiles del 1 de enero al 18 de marzo.

En resumen, las piezas creadas por Argote logran adelantarnos un milenio para mostrarnos el presente como una retrospección a nosotros mismos. Circa 2000 puede visitarse de miércoles a sábado de 11 h a 18 h y los domingos de 11 h a 15 h hasta el 29 de abril en Avenida Paseo de la Reforma 408, Juárez, CDMX.