Macoco, el primer playboy que inspiró el 'Gran Gatsby'

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SEVILLA.- Escrito por Roberto Alifano, que fue amanuense de Borges, se publica en España "Macoco, el primer playboy", un hombre adinerado que se relacionó con innumerables famosos de la cultura y de la política internacionales de la primera mitad del siglo XX.

Por el apelativo familiar de Macoco fue mundialmente conocido Martín Máximo Pablo de Alzaga Unzué, rico heredero y un dandi que también fue campeón de automovilismo en los años 20 y que hizo que Sacha Guitry acuñara el dicho "rico como un argentino".

Fue socio de Al Capone, Onassis y Howard Hughes, amante de Josephine Baker, Rita Hayworth, Dolores del Río y Ginger Rogers; enseñó a bailar el tango a Chaplin y, amigo de Scott Fitzgerald, al grado que inspiró "El Gran Gatsby".

Además, Tamara de Lempicka lo inmortalizó con sus pinceles.

Macoco (1901-1982) compartió amistad con Roberto Alifano (1943), quien aprovechó las numerosas conversaciones con él durante los últimos años de su vida para tomar notas.

Con los apuntes armó este libro sobre una vida de fiestas, triunfos y amoríos, en la que tuvo tiempo de ser condecorado por el general Charles De Gaulle como héroe de la Resistencia francesa, ser confidente de Marlene Dietrich y codearse con Gary Cooper.

La editorial Renacimiento anunció que los derechos de "Macoco, el primer playboy" han sido reservados por Netflix, plataforma audiovisual que proyecta dedicarle una serie.

Educado entre La Sorbona y el exclusivo colegio británico Eton, fue precursor del automovilismo deportivo en Europa y ganó a los 23 años un Gran Premio de Marsella.

Heredero de una de las grandes fortunas de la América hispana -su herencia seguía siendo incontable tras repartirla con sus cinco hermanos-, hizo del Buenos Aires de la 'Belle epoque' su centro de operaciones juvenil.

Posteriormente pasó por París, Londres, Nueva York y Beverly Hills, donde cultivó la amistad de Greta Garbo, Clark Gable, Carlos Gardel y Errol Flynn, junto a quien, en cierta ocasión, se enzarzó a puñetazos contra varios adversarios.

Mantuvo amistad con el general argentino Juan Domingo Perón, quien le pidió, ya viudo, que le presentara a su amiga Ginger Rogers.

Alifano cuenta que Macoco trató también a Agustina Otero Iglesias, la Bella Otero, la bailarina que encandiló a Eduardo VII de Inglaterra, a Leopoldo II de Bélgica, a Alberto de Mónaco, al zar Nicolás II, al káiser Guillermo y al rey de España Alfonso XIII.