Anthony Joshua envió a Jake Paul al hospital con doble fractura
Redacción.- El ruido mediático se apagó a golpes. El 19 de diciembre de 2025, el ring dejó claro que la jerarquía existe: Anthony Joshua fulminó a Jake Paul y lo mandó directo al hospital, donde fue intervenido por una doble fractura de mandíbula. La noche que prometía espectáculo terminó como una lección cruda sobre el boxeo de élite.
Paul resistió los primeros asaltos, pero el desgaste fue minando su resistencia. Al sexto round, Joshua encontró el golpe definitivo: un impacto pleno al rostro que cerró el combate y activó el protocolo de emergencia. El estadounidense fue trasladado de inmediato al quirófano ante la gravedad de las lesiones.
Las secuelas no tardaron en confirmarse. El propio Paul difundió imágenes que acreditan la doble fractura y relató el estado en el que acabó la pelea: dificultad para hablar y abundante sangrado. El castigo fue tan elocuente como inevitable.
Con franqueza poco habitual tras una derrota así, Paul aceptó la superioridad del británico. Reconoció que el peso, la potencia y la experiencia de Joshua marcaron la diferencia y que no pudo sostener ese ritmo. Aun convaleciente, el influencer mantuvo su tono desafiante y lanzó un reto a Canelo Álvarez para 2026, una provocación que reavivó el debate sobre los límites entre marketing y alto rendimiento.
El combate deja un mensaje contundente: saltar niveles en el boxeo profesional tiene consecuencias. Cuando el foco se cruza con la élite, la brecha se paga en el cuerpo. Aquí, la distancia entre el show y la cima se cerró con un nocaut que habló por sí solo.
