Jerry Jones se señala: 'La sequía de 30 años es mi responsabilidad'

Dak Prescott

Redacción.- El golpe en Dallas ya no admite excusas. Jerry Jones, propietario de Dallas Cowboys, dio la cara tras la derrota 34-17 ante Los Angeles Chargers y asumió la responsabilidad por un nuevo fracaso que prolonga una de las sequías más pesadas de la NFL: 30 años sin Super Bowl ni Final de Conferencia.

“Sé exactamente quién es el responsable final”, dijo Jones al término del partido. “Me involucré para dedicar mi vida a descubrir cómo vencer al resto de la NFL. Esta sequía de 30 años hay que analizarla a fondo y cambiar varias cosas”. El mensaje fue directo y poco habitual en un dueño acostumbrado a repartir culpas.

Otra temporada sin playoffs, pese al cambio

A falta de dos semanas, los Cowboys marchan con seis triunfos, siete derrotas y un empate, números que los dejaron fuera de la postemporada por segundo año consecutivo, incluso después de mover el banquillo. Tras el 7-10 de 2024, Jones despidió a Mike McCarthy y apostó por Brian Schottenheimer, quien tampoco logró enderezar el rumbo ni acercar al equipo a la pelea por el título de la NFC.

“Esta temporada no rendimos lo suficiente. Todos estuvimos por debajo de lo esperado. No llegar a playoffs lo dice todo”, reconoció el dueño, abriendo la puerta a una nueva reconfiguración.

La defensa, en el centro del análisis

Jones fue puntual al señalar uno de los focos rojos: la defensiva. Bajo la coordinación de Matt Eberflus, Dallas presume la segunda peor defensa en puntos permitidos de toda la liga, una losa imposible de cargar en diciembre.

“Es algo que debemos evaluar. Revisaremos opciones y a todo el cuerpo técnico, pero las estadísticas defensivas son parte central de lo que hay que corregir”, subrayó Jones.

Schottenheimer respaldó el diagnóstico sin rodeos: “En esta liga te juzgan por ganar y perder, y este año no ganamos lo suficiente”.

Un cierre sin presión… y con preguntas

Los Cowboys cerrarán la campaña con dos visitas: en la Semana 17 ante Washington Commanders y en la 18 frente a New York Giants, ambos ya eliminados. Partidos sin premio deportivo, pero con peso simbólico para un equipo que busca señales de cambio.

En Dallas, la autocrítica llegó desde arriba. Ahora, la pregunta es si esta vez el mea culpa de Jerry Jones se traducirá en decisiones que rompan, de una vez por todas, una sequía que ya pesa como tradición incómoda.

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