Aston Villa le arrebata al City la tercera posición de la Premier League

El Manchester City tan solo tiró dos veces en Birmingham contra el Aston Villa, que presionó, asustó y doblegó finalmente al vigente campeón con un gol de Leon Bailey en el minuto 75, al que ya no alcanzó Ederson, el mejor durante todo el tramo anterior del equipo de Pep Guardiola, superado por el plan de Unai Emery, ya tercero en la clasificación.

Ya está por delante del City. Su tropiezo va mucho más allá. No mereció ganar. Ni siquiera puntuar. Irreconocible, sin el control y sostenido en diversos tramos del encuentro por su guardameta, sólo ha ganado tres de sus últimos nueve compromisos en la Premier. Y acumula cuatro jornadas sin ganar. Está a seis puntos del liderato del Arsenal.

Sufrió una pesadilla en la fortaleza de Villa Park. Allí, el conjunto de Unai Emery es invencible en la 'Premier' desde el 18 de febrero, cuando cayó 2-4 por el Arsenal. Su recorrido es imponente desde entonces como local: 14 victorias consecutivas que lucen aún más con el 1-0 al City.

El vigente campeón de Europa, el equipo al que todos miran y consideran una referencia en el mundo en la actualidad, se sintió contra las cuerdas casi todo el choque en Birmingham. No es fácil someterle a tanto sufrimiento al conjunto de Pep Guardiola. Emery y su Aston Villa lo lograron con expresividad, incluso, en muchos tramos de su duelo de este miércoles.

Con la presión local, adelantada su defensa, intenso su despliegue, vertical y ambicioso en la transición al ataque, la vía con la que el Aston Villa entró en escena, el desafío fue un agobio para el City desde el principio, avisado con un tiro lateral de Lucas Digne, aliviado cuando Ederson repelió una acción de Bailey y asustado cuando Pau Torres lanzó una rosca hacia la portería visitante a la que el portero voló para sacar su magnífica mano izquierda.

Otra intervención de Ederson, de nuevo a Bailey, salvó después al vigente campeón, que jamás se sintió cómodo sobre el terreno de Villa Park. Ni siquiera con el balón. Ni tampoco sin él. Agitado por su adversario, sin tomar el control del juego que tanto le gusta al City a través de la posesión, aún tiene recursos, incluso, para crear ocasiones casi de la nada.

En un escenario tan desesperante, sin la inteligencia ni la destreza de Rodri, sancionado este miércoles, tan necesario para Guardiola, hasta casi indispensable hoy por hoy, Erling Haaland dispuso de dos ocasiones en un instante: la primera, con el tiro con la izquierda, la solventó ágil 'Dibu' Martínez; la segunda, con un centro perfecto de Bernardo Silva tras el rechace, también la repelió el portero campeón del mundo argentino con aún más mérito.

Las únicas opciones del City, que casi siempre se movió en el filo de la derrota. Descontrolado el partido, expuesto al Aston Villa, Ederson aún apareció una vez más antes del descanso para despejar otra acción a Ollie Watkins. Es más, unos centímetros separaron al equipo de Birmingham del 1-0 al borde del descanso: salió el balón antes del centro de Digne que cabeceó Douglas Luiz junto al poste, fuera ya del alcance del portero. Anulado.

Nada que ver con el comienzo de la segunda parte. Reajustado en el intermedio, intenso en la reanudación, el City mejoró su versión del primer tiempo durante el comienzo de la segunda mitad. Y, por extensión, rebajó un rato al Aston Villa, por momentos sin las cualidades que lo habían propuesto como merecedor de algún gol en todo el tramo anterior del enfrentamiento. Un espejismo. Un cuarto de hora duró el nuevo escenario.

Después, todo volvió al guión precedente, con el riesgo que eso conlleva ante la dimensión que ha alcanzado el Aston Villa bajo la dirección de Unai Emery, capaz de reactivarse de nuevo con el paso de los minutos para trasladar la acción al otro territorio, con una secuencia de centros que alimentaron la tensión de Guardiola y sus futbolistas, otra vez aliviados cuando McGinn cruzó demasiado un disparo que parecía el 1-0 a la hora de juego.

La pérdida de balón había sido de Bernardo Silva, cuando generalmente es un seguro. Fue el síntoma de que el encuentro había virado de nuevo hacia el ritmo del Aston Villa. No salía el City. No aparecía ya Julián Álvarez. Tampoco Foden. Ni mucho menos Haaland. Cambió Guardiola: Nunes por Lewis y Kovacic por Julián Álvarez. Después, Oscar Bobb por Phil Foden. Ni con unos ni con otros. El City era superado. De forma visible. Evidente.

Aún no en el marcador. Cuestión de tiempo. Cuestión de una jugada individual de Leon Bailey que supuso el 1-0 en el minuto 75. A nadie le extraño. Era la conclusión de un partido así. El Aston Villa es tercero. El City, cuarto. Todavía, en el 86, estrelló un balón en el poste Douglas Luiz. 1-0. Y 22 tiros a dos. Ninguno del equipo de Guardiola en el segundo tiempo.

cmb