Bayern Múnich evita papelón y remonta al Copenhague​

El Bayern prolongó este martes su increíble racha de resultados en Liga de Campeones con una remontada ante el Copenhague (1-2) con goles de Muisala y Tel en un partido en el que careció de brillo y sufrió para doblegar a un equipo danés muy combativo.

Treinta y seis partidos sin perder en fase de grupos y quince victorias seguidas son los impresionantes números que luce ahora el equipo alemán, que no tuvo su mejor noche, pero tiró de calidad para lograr el triunfo.

No pareció del todo cómodo el Bayern durante la mayor parte del encuentro. Tuvo la pelota y el control, como era previsible, pero estuvo gris, falto de inspiración para romper el orden de un Copenhague sin apenas fisuras, a pesar de las bajas atrás y de la fragilidad defensiva que exhibe en la liga danesa. Un césped que ha vivido tiempos mejores tampoco ayudó al espectáculo.

Y en las pocas veces que la talentosa línea de ataque alemana conectó, siempre se cruzaba un defensor rival o era fuera de juego. O Laimer se dormía en una contra clarísima y perdía la pelota.

Un par de tiros lejanos de Kimmich y Sané fue el escaso bagaje del campeón alemán en una primera parte en la que el Copenhague no sufrió. E incluso metió miedo en alguna salida rápida, aunque desperdició un par de opciones prometedoras.

El paso por los vestuarios no despertó tampoco al equipo alemán. Al contrario, en una jugada muy bien elaborada del Copenhague, Gonçalves dejó frente al portero a Achouri. Tras varios rebotes, el balón le quedó a Lerager, que de volea en semifallo batió a Ulreich.

El Bayern no reaccionaba. Tampoco desde el banquillo Tuchel, pese a que su equipo no conseguía crear ocasiones claras y el Copenhague no pasaba apuros.

Hasta que Musiala, al que casi no se le había visto, se revolvió al borde del área y se sacó un trallazo junto al palo, inalcanzable para Grabara.

El portero polaco le sacaba un mano a mano algo esquinado a Sané. Respondían los locales con un tiro desviado de Elyounoussi dentro del área.

Con un cuarto de hora por delante, Tuchel sacudió al Bayern con tres cambios de una tacada: Müller y Tel para refrescar el ataque, Goretzka para dar aire y llegada al medio.

Y le salió el plan a Tuchel. Goretzka avisó en un cabezazo que se fue fuera. Y poco después, Kane se aprovechó de un error del central Lund para tirar de frialdad y clase para ceder a Tel, que puso por delante al Bayern.

Demasiado castigo para el Copenhague, que lo intentó ya sin demasiadas fuerzas y acabó encerrando en su área al rival. Ulreich, en una gran mano, salvó un cabezazo picado de Larsson que habría dado un merecido punto y salvado la gran racha del modesto equipo danés en casa en fase de grupos del torneo, en el que en 15 partidos sólo había perdido una vez, contra el Madrid de Ancelotti en 2012.

cmb