Brad Pitt y su victoria de película en el GP de México

Formula 1

Redacción.- El Gran Premio de México del año pasado no solo fue una fiesta de velocidad, sino también un auténtico rodaje cinematográfico. El Autódromo Hermanos Rodríguez se transformó en un set de Hollywood cuando Brad Pitt se metió en la piel de Sonny Hayes, el piloto ficticio de la película F1, producida por Apple Studios y dirigida por Joseph Kosinski (Top Gun: Maverick).

México, parte del universo “F1”

Durante el fin de semana de carrera, los fanáticos presenciaron algo inusual: un segundo “podio”.
Mientras la Fórmula 1 real coronaba a su ganador, el equipo de producción filmaba las escenas del triunfo ficticio de Sonny Hayes con el equipo APXGP, que simuló competir contra escuderías reales como Red Bull, Ferrari y McLaren.

La producción incluyó cámaras a bordo, tomas aéreas y secuencias dentro del paddock, donde Pitt interactuó con pilotos, ingenieros y aficionados como si realmente formara parte del campeonato mundial.

El GP de México fue elegido como una de las paradas clave del rodaje —junto con Silverstone, Hungría y Las Vegas— por su ambiente, color y la pasión de los aficionados mexicanos.

Sonny Hayes, el “ganador” ficticio del GP

En el universo de la película, el personaje de Brad Pitt tuvo un fin de semana de ensueño:

  • P5 en la práctica 1
  • P3 en las prácticas 2 y 3
  • P2 en la clasificación

¡Y ganador del Gran Premio de México!

Sí, al menos en el guion, Sonny Hayes “superó” a Checo Pérez y se llevó la bandera a cuadros en el Autódromo Hermanos Rodríguez.

En redes sociales, cuentas como @apxgpf1team y @sonnyhayesf1 siguieron la “temporada ficticia” del piloto, compartiendo resultados, entrevistas y fotografías que daban vida al universo del filme, como si Hayes fuera parte real de la parrilla de Fórmula 1.

Cuando la ficción alcanzó la realidad

Aunque la victoria de Sonny Hayes solo existió en el cine, la presencia de Brad Pitt en México fue totalmente real. El actor convivió con los pilotos, recorrió el circuito y participó en varias escenas frente a miles de espectadores.

El público mexicano fue parte del espectáculo, mezclando la emoción de la Fórmula 1 con la magia de Hollywood.
El resultado: una fusión histórica entre cine y deporte que quedará para el recuerdo del GP de México.

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