Chelsea y Liverpool comienzan con empate nueva temporada en la Premier

Londres.- Es solo el principio de curso, pero tanto Liverpool como Chelsea necesitan mejorar. Y ese impulso tiene nombre: Moisés Caicedo, como lo demostró el empate a uno entre los dos equipos este domingo en Stamford Bridge, donde salió a relucir la necesidad de un mediocentro defensivo de alto nivel en ambos clubes.

Durante la previa del partido, el gran rumor era si el ecuatoriano Caicedo, pretendido por los dos equipos estaría en Londres, y durante el encuentro, la gran duda era quién lo necesitaba más. Porque ambos equipos adolecían de esa figura en el medio y lo demostró una primera parte de correcalles, muy divertida para el aficionado, pero de alto nivel de estrés para el argentino Mauricio Pochettino y el alemán Jürgen Klopp.

En este ir y venir, el partido pudo haberse decantado para cualquier lado y haber acabado incluso en alguna goleada, porque el 'Pool' golpeó primero, transformando su dominio en un gran gol que surgió de la conexión Alexis Mac Allister, con un pase en profundidad, para un Mohamed Salah que desarmó a tres defensas con un pase vertical para que el colombiano Luis Díaz se lanzara al suelo e hiciera el 0-1.

Un duro varapalo para un Chelsea acostumbrado a la derrota desde el curso pasado y al que no sorprendió que unos minutos después, tras otro hueco en la defensa que aprovechó Alexander Arnold, Salah hiciera el 0-2. El egipcio lo celebró tibiamente porque se olía que podía haber habido fuera de juego, y el VAR lo confirmó.

Ahí, lo que apuntaba a goleada pasó a decantarse hacia el Chelsea, que encontró el empate en una segunda jugada de un córner. Ben Chilwell devolvió la pelota al área de cabeza desde la frontal y el debutante Axel Disasi se tiró con todo para empatar el partido.

Menos de dos minutos después, el propio Chilwell regateaba a Alisson para el 2-1, pero el VAR le devolvió la jugada al Chelsea y anuló el gol por fuera de juego.

Con ambos técnicos al borde de un ataque de nervios, el descanso sirvió para apaciguar los ánimos y para que acabara el vaivén. Se asentaron los centros del campo, de la mano de un Mac Allister y de un Enzo Fernández que estuvieron magistrales y se cerró la sangría de ocasiones.

Solo el Liverpool pudo reprocharse haber conseguido algo más, y es que un remate de cabeza de Díaz en el primer palo en un córner tocó en la mano de Jackson, pegada al cuerpo según el árbitro y el VAR, y no entró de milagro.

También estuvo cerca de clavarlea en la escuadra Van Dijk con un disparo desde la frontal y Darwin Núñez se durmió en un regalo de la defensa del Chelsea, por lo que el empate contentó más a los 'Blues' que a los 'Reds'.

Esta próxima semana, con el nombre de Caicedo aún en el aire, pero más cerca del Chelsea que nunca, será vital para la evolución de la temporada de ambos equipos.