MELBOURNE.- Djokovic arrasa a Nadal en un partido perfecto para conquistar en tres sets el Abierto de Australia y con ello afianzarse como el mejor tenista del mundo.
Lo de ‘Nole’ fue sublime, no le dio un solo respiro a Rafa y terminó por darle una cátedra a uno de los jugadores más experimentados del circuito, que nunca pudo sentirse cómodo ante la superioridad del serbio, y por primera vez perdió una final de Grand Slam en sets corridos.
Novak Djokovic se impuso con parciales de 6-3, 6-2 y 6-3 y le tomó dos horas y cuatro minutos coronarse por séptima ocasión en el Abierto de Australia, en el mismo número de finales disputadas, para ser el máximo ganador en Melbourne, por encima de los seis títulos de Roy Emerson y Roger Federer.
Si en los antecedentes entre Djokovic y Nadal estaba la inolvidable final que disputaron en 2012, en la que tardaron en definir al monarca en casi seis horas, para ser el partido más largo de una disputa por el título de cualquier Grand Slam, esta vez fue lo contrario, porque el mallorquín no opuso la mínima resistencia.
El de Manacor había llegado a este duelo con marca perfecta sin perder un set hasta que se topó con el número 1 del mundo, que encontró su mejor tenis desde que se recuperó de su lesión y precisamente confirmó su regreso, tras eliminar a Nadal en la semifinal del torneo de Wimbledon 2018.
Para obtener el primer Grand Slam del año el balcánico consiguió anular por completo al español, en un encuentro al que Nadal asistió físicamente, pero su estilo combativo al que nos tiene acostumbrados permaneció ausente.
Con este título el serbio superó por uno al estadounidense Pete Sampras con 14 títulos del Grand Slam, pero aún por atrás de Nadal con 17 y el suizo Roger Federer con 20, lo que refuerza la idea de que esta temporada es el hombre a batir.
JLR
