GINEBRA.- Una fiesta del tenis es lo que se vive cada año en la Laver Cup, donde los representantes de Europa se volvieron a coronar, en una serie de intensos y emocionantes enfrentamientos, que decidieron al equipo campeón hasta el último momento y hasta los puntos finales.
La competencias comenzó a jugarse en 2017, en Praga, para 2018 se disputó en Chicago, y la sede de 2019 fue Ginebra, la casa de Roger Federer, quien fue decisivo en la última jornada, para mal y para bien, ya que primero complicó a los suyos con una derrota en dobles, junto al griego Stefanos Tsitsipas, quien sustituyó a un Rafael Nadal, fuera de acción por una inflamación en la mano izquierda.
Pa ‘Su Majestad’ fue especial coronarse en casa, pero junto al de Manacor, se dio a la tarea de compartir su experiencia con los que serán sus ‘herederos’.
El nombre del torneo es inspirado en el legendario Rod Laver, quien dominó el tenis mundial en la década de los 60, el australiano estuvo en el torneo, para premiar a los ganadores, quienes fueron comandados por otra leyenda, el sueco Björn Borg. Por el ‘Resto del Mundo’ el capitán era el estadounidense John McEnroe.
Además de Nadal, Federer y Tsitsipas, al equipo tricampeón lo completaron Fabio Fognini, Dominic Thiem y Alexander Zverev, quien fue el encargado de ganar el pulso decisivo, luego de empatar a un set contra Milos Raonic y definir al campeón en un ‘supertiebreak’, al primero que llegara a 10 unidades.
La competencia otorga por victoria un punto el primer día, dos el segundo y tres en la última jornada, lo que permite que se mantenga el interés en toda la copa. El equipo europeo cerró el sábado 7-5, pero ayer perdió Thiem y luego el dobles, lo que permitió al ‘Resto del Mundo’ dar la vuelta 7-11.
Fue cuando Federer sacó la calidad y venció en dos sets a John Isner, para dar paso al glorioso triunfo de Zverev, para derrotar 13-11 a la escuadra mundial, que completaron Nick Kyrgios, Taylor Fritz, Denis Shapovalov y Jack Sock.
JLR
