Tofig Aliyev hace historia al lograr el salto 'imposible' del full-full-full

Gimasta

Redacción.- El mundo de la gimnasia acrobática vivió un momento que ya se considera histórico. El atleta azerbaiyano Tofig Aliyev ejecutó, por primera vez en una competencia oficial, el salto conocido como full-full-full durante los Juegos Mundiales de China, una maniobra tan compleja que hasta ahora se creía prácticamente imposible.

El logro no solo consagra a Aliyev como pionero, sino que coloca a Azerbaiyán en el centro de la conversación deportiva mundial.

El salto que desafía las leyes de la física

El full-full-full es mucho más que un salto: es una exhibición extrema de control corporal. La maniobra consiste en un triple backflip, pero con una vuelta completa de 360° en cada giro, combinando fuerza explosiva, conciencia espacial absoluta y una precisión milimétrica.

Es dominio aéreo en su máxima expresión, un movimiento reservado para quienes pueden mantener el control en un punto donde el cuerpo roza sus límites biomecánicos. Ejecutarlo en competencia, bajo presión real, lo convierte en un hito aún mayor.

Aliyev se suma así a la línea de atletas que redefinen lo posible, siguiendo la tradición de referentes como el saltador chino Li Na, célebre por su técnica y fortaleza mental.

Un salto tan complejo que podría cambiar el reglamento

Además del impacto visual y técnico, la hazaña abre un debate clave: ¿cómo clasificar una maniobra que supera todo lo visto?

En la gimnasia masculina, los elementos se evalúan con letras que van de A a H, siendo H la dificultad más alta. El full-full-full, por su inédita exigencia, podría ocupar ese rango máximo o incluso forzar la creación de un nuevo nivel para reflejar que se trata del salto más difícil jamás ejecutado en competencia.

Los expertos ya anticipan que el hito de Aliyev marcará un antes y un después en los códigos de dificultad de la gimnasia acrobática.

Un nuevo capítulo para la gimnasia mundial

La ejecución perfecta del full-full-full no solo eleva la figura de Tofig Aliyev, sino que demuestra que los límites podrían no existir para la próxima generación.

Un salto que parecía imposible ahora es parte del libro de récords.

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