Arqueólogos del INAH hallan restos del Palacio de Axayácatl y una casa construida por orden de Cortés

Ciudad de México.- Este lunes especialistas del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) dieron a conocer que se hallaron vestigios del palacio prehispánico de las Casas Viejas de Axayácatl y de los restos de una casa construida bajo las órdenes de Hernán Cortés.

Bajo los pisos del Nacional Monte de Piedad ubicado a un costado de la Catedral Metropolitana, se encuentran los cimientos del Palacio de Axayácatl, el cual fue morada de la comitiva de Cortés a su llegada a Tenochtitlan.

En el marco de la campaña “Contigo en la Distancia”, de la Secretaría de Cultura, Raúl Barrera, responsable del Programa de Arqueología Urbana (PAU), y su colaborador José María García, explicaron que se excavaron 12 pozos de sondeo (de 2 metros por lado y 1.50 m de profundidad) en torno al patio principal del Nacional Monte de Piedad, donde se efectuaban obras para reforzar las columnas que lo delimitan y soportan el primer nivel del edificio.

A través de los pozos, en los lados norte, este y oeste, se localizaron restos de un muro de piedra y argamasa  el cual sirvió de cimiento y desplante para una serie de columnas del inmueble edificado hacia 1755, lo que permite deducir que el patio central fue originalmente más amplio. También, en la sección oeste de este mismo espacio se encontraron los desplantes: basas y un fuste de otras columnas de la época virreinal temprana.

De igual modo, durante la excavación arqueólogos del PAU ubicaron restos de una habitación hecha con sillares de basalto y tezontle, cuyo desplante partía de un piso de lajas de basalto. Análisis posteriores permitieron concluir que ésta fue la morada de Hernán Cortés, una vez caída México-Tenochtitlan, en 1521.

Descubren en Monte de Piedad restos del Palacio de Axayácatl
Foto: @INAH

Por debajo del firme de la casa cortesiana, a más de 3 metros de profundidad, se detectaron los restos de otro piso de lajas de basalto, pero de época prehispánica. Dadas sus características, los expertos sostienen que formó parte de un espacio abierto del antiguo Palacio de Axayácatl, probablemente, un patio.

Barrera y García, hacen hincapié en que los vestigios de la naciente época virreinal corresponden a materiales reutilizados de las Casas de Axayácatl que, al igual que otras estructuras del Recinto Sagrado de Tenochtitlan, fueron destruidas por los españoles y sus aliados indígenas, casi hasta sus cimientos.

También se hallaron empotrados en la fachada de la esquina interior sureste del cuarto colonial, dos sillares prehispánicos trabajados en altorrelieve que representan una serpiente emplumada (Quetzalcóatl) y un tocado de plumas, los cuales debieron pertenecer a un panel del Palacio de Axayácatl. Así también, formando parte un fuste, se registró otra escultura mexica con el glifo que simboliza el tianquiztli o mercado.

Algunos de los materiales diagnósticos, los cuales permiten fechar de forma preliminar estos hallazgos, son restos de cerámica prehispánica y colonial, cuyos tipos (estilos) corresponden a los periodos históricos referidos: Azteca III: Anaranjado Monocromo, Negro sobre Anaranjado y Loza Texcoco Bruñida; además de loza vidriada y mayólica española y novohispana