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Andrés Guardado cumplió 100 partidos con el PSV Eindhoven, pero su máximo orgullo es Máximo, su hijo, a quien le dedica sus goles besando su antebrazo, donde tiene tatuado el nombre de su primogénito.
Máximo, quien cumplió hace unos días dos años, ya juega futbol y lo hace bastante bien para su corta edad. Al igual que su padre, utiliza para todo la pierna izquierda, tanto para controlar el balón como para patearlo.
“¿El sucesor de su papá?”, publicó el PSV en su cuenta de Twitter, donde presumió la zurda del pequeño Principito, quien no utiliza la pierna derecha más que para caminar.
¿El sucesor de su papá? @AGuardado18 pic.twitter.com/PVN93OMm5y
— PSV International (@psveindhoven) 11 de abril de 2017
