Uno de los muy buenos maestros que tuve en la secundaria, en el glorioso Instituto Don Bosco, solía decir que la ética era la madre de todos los valores.
Desgraciadamente parece que a diario asistimos al sepelio de esta forma de vida que es apegarse a los valores y principios.
Independientemente de los escándalos políticos, donde nos enteramos a diario de las transas y los cochupos que individuos llevados a un cargo por la voluntad popular se hacen millonarios traicionándola, llámense diputados, senadores, ediles o gobernadores, el ciudadano de a pie también participa en esta desvalorización de procurar la sana convivencia.
La semana arrancó con el anuncio de que, después de largas y sesudas investigaciones, la comisión disciplinaria de la FEMEXFUT acordaba sancionar con un juego de veto al estadio Pirata Fuente de Veracruz. Es obvio que en la semana previa el cabildeo estuvo a todo lo que da y los mezquinos intereses económicos prevalecieron sobre la seguridad que debe brindarse al espectador que acude a un espectáculo por el que paga.
El técnico escualo, Carlos Reinoso, critica la medida por injusta, ya que los suyos “se están jugando el descenso”, o sea que bien pudieron haber matado o lesionado de seriedad a los aficionados de Tigres, que la permanencia en primera bien vale uno o dos muertitos, según la torcida ética del Maestro.
Siguiendo con la escalada del descrédito, llega al escritorio de la disciplinaria el expediente de Jair Pereira, defensor de Chivas, quién le fracturó la nariz de un codazo al atacante de Jaguares Jonathan Fabbro. El agredido estará fuera dos meses y el reglamento establece que quién lo lesionó, deberá purgar una pena similar, pero estos amigos le dieron sólo dos partidos de castigo al jugador del Rebaño.
El video es claro, pero el entrenador caprino Matías Almeyda lo considera injusto y dice que apelarán la sanción. ¡Muy ético el caballero!
En España, el Barcelona ha tomado la punta de la liga aunque su suerte en la Champions parece sentenciada luego de la goleada recibida en París, sin embargo, con todo lo que resta por jugarse, su director técnico Luís Enrique salió en una conferencia de prensa para decir que no continuará sentado en el banquillo culé.
¿Qué onda con este compa? Tiene un contrato firmado y debe cumplirlo hasta el último día, con todo el profesionalismo que ello implica. “Renunciar” tres meses antes es una falta absoluta de ética aunque seguramente mi compadre lo traduciría al español clásico como tener muy poca madre.
La federación mexicana anunció con bombo y platillo la creación de la liga profesional femenil. Ahora avisan que se cancela porque hay clubes que no están preparados para el compromiso, como Jaguares y Puebla. ¡Aparte de poco éticos, come cuando hay!
