CIUDAD DE MÉXICO.- La final entre Cruz Azul y América es la más atractiva de los últimos años, incluso es más interesante que la que sostuvieron en el Clausura 2013, donde con un gol de Moisés Muñoz en tiempo de compensación, las Águilas le arrebataron la gloria a los celestes.
La maldición de La Máquina comenzó en el torneo Invierno 1999, al perder la primera final a la que llegaron después de levantar la copa, en un duelo en que tenían todo para conquistar su novena estrella y cayeron en casa 0-1 ante Pachuca con gol de oro de Alejandro Glaría, tras empatar a dos en la ida.
Después se quedaron en la orilla ante Santos, Toluca y Monterrey, hasta que llegó el duelo contra América en el 2013, donde se impusieron 1-0 en el juego de ida, con anotación del ‘Chaco’ Giménez.
Para la vuelta, las Águilas sufrieron la expulsión de Jesús Molina al 13’, y siete minutos después, el colombiano Teófilo Gutiérrez abrió el marcador para La Máquina, parecía que terminaría la maldición.
Los de Coapa intentaban acercarse pero no lograban hacerle daño a Jesús Corona, un grupo numeroso de aficionados americanistas se fueron del estadio Azteca, ya todo estaba perdido.
Aquivaldo Mosquera se encontró con un balón en el área y marcó un gol que le daba esperanza al América en el 88’, había llovido durante buena parte del partido, y el escenario parecía el ideal para una historia épica en los minutos finales.
Pero cualquier historia de ficción quedó superada por la realidad, luego de que al minuto 92, el portero Moisés Muñoz se fue a rematar en un tiro de esquina, midió un balón, se lanzó de ‘palomita’ y remató con la cabeza.
El balón iba para afuera pero una pierna del defensa Alejandro Castro lo desvió y ni el mejor escritor guionista de Televisa se le hubiera ocurrido. Las Águilas lograron el empate y remataron con la hazaña al imponerse en tiros penales.
Cruz Azul sueña con la revancha, en su contra tiene que también en ese 2013 llegó como campeón de la Copa MX, una coincidencia que puede ser desfavorable, pero es sólo un dato más, de una historia que todavía nos puede deparar un final inesperado.
JLR
