Documentando lo increíble: Libro de Récords Guinness cumple 64 años de vida

Como desde hace 64 años, se celebra hoy la primera edición del Libro de Récords Guinness.

 

El origen de este bienamado libro es por demás fortuito, nació en la partida de caza de un grupo de caballeros, quienes discutieron sobre cuál sería el ave europea de caza más rápida, y conviniendo en que sería genial un libro al cuál recurrir en esos casos. Uno de seso caballeros era el director ejecutivo de la Cervecería Guinness, Sir Huge Beaver. Es así como de regreso a la oficina le propuso al consejo directivo de la empresa crear un libro de datos curiosos que pudieran dar como un presente para sus clientes.

Al recibir el permiso para llevar a cabo su proyecto se dio a la tarea de conseguir a las personas indicadas para el trabajo. Le confió a la empresa de estadística los hermanos Norris y Ross McWhirter esta titánica labor, que les tomó cerca de cuatro años completar. Formaron un departamento de investigación en Londres, en un gimnasio que adaptaron y que fungiría como centro de operaciones, al que llamaron “Guinness Superlatives”.  

A partir de su estreno, el Libro Guinness logró una venta masiva, desde el 27 de agosto de 1955 en que fue puesto a la venta, teniendo que hacer una tercera edición tan sólo un mes después de su publicación. Esto dio como resultado que este singular libro se convirtiera en un anuario esperado en todo el mundo y que para estas fechas lleva un total de más de 100 millones de copias vendidas, siendo así, el libro con derechos de autor más vendido de la historia.

La metodología de validación es que los resultados sean completamente medibles y comprobables. El Equipo de Administración de los Datos revisa la posibilidad y datos del desafío, mientras que un representante de la organización se encarga de supervisar que las reglas se cumplan y documentar los hechos en el lugar mismo en que se lleven a cabo.

Con el paso del tiempo el emporio Guinness se expandió, abriendo sus famosos museos en varias ciudades del mundo (dentro de las que se encuentra la Ciudad de México), creando un show televisivo a principios del milenio y teniendo su propio día internacional, a partir del 9 de noviembre de 2005.

A lo largo de los años el ostentar una marca se convirtió además de una excepcional distinción en un sinónimo de atracción turística y ganancias, por lo que cada vez fue más común que se hicieran solicitudes para validar marcas en todo el mundo. Actualmente, categorías que involucran la ingesta de comida o bebida han sido eliminadas, ya que con el fin de tener un récord las personas suelen poner en riesgo su vida (o la de sus mascotas), dejando como únicos desafíos con alimentos válidos a aquellos que se refieran a comida a gran escala.

Otras categorías eliminadas son las que se refieren a ingerir materiales/artículos no comestibles, como la de tragar sables, esto porque los últimos competidores en ser galardonados impusieron marcas que excedían ya las capacidades humanas, y se incurre en un riesgo vital casi seguro para sus concursantes.

Entre los últimos récords establecidos se encuentran: el del gato domesticado con la cola más larga (44.6 cm), el hombre con el peinado más alto (52 cm), el perro con la lengua más larga (19.5cm) o un premio a la trayectoria de Stan Lee (1941-2019).

Al final, la marca Guinness se convirtió en una empresa estadística de proezas, que nos enseñó a sorprendernos del espíritu y las capacidades humanas, así como de las cosas increíbles de la naturaleza y a soñar (por supuesto que te imaginaste ganado un premio Guinness cuando eras pequeño); eclipsando casi por completo a la marca cervecera.