Ellas demostraron que "el sexo débil" no existe

María del Pilar y María Te­resa Ramírez abrieron el paso a la gloria deporti­va de las mujeres al convertirse en las primeras mexicanas en colgar­se una medalla olímpica en la his­toria. La primera obtuvo plata en esgrima y Ramírez se adueñó del bronce en natación. Las dos pre­seas se lograron el México 1968.

Hasta esa fecha las deportistas fe­meninas mexicanas no aparecían en el mapa olímpico, en el que la de­legación tricolor ya tenía 21 metales (ellas dieron las medallas 22 y 23) no hubo una mujer de nueva cuenta en un podio olímpico hasta que Soraya Jiménez logró el oro en el año 2000 y marcó la entrada de un nuevo milenio, en el cual se ha deja­do claro que no existe "el sexo débil".

Damaris Aguirre compitió en desventaja en Beijing, pues las tres ganadoras originales dieron positivo en dopaje; nueve años después recibió la medalla que le pertenecía.

Desde Sydney, México ha cose­chado 26 metales, de los cuales 14 (más de la mitad) han sido con­quistadas por mexicanas que han superado obstáculos como el aco­so sexual –caso de Laura Sánchez– o competir en desventaja por dopaje de los rivales (que hicieron que Damaris Aguirre recibiera su medalla nueve años después) para llegar al olimpo, un lugar al que se han acostumbrado María Espinoza y Paola Espinosa, multi­medallistas olímpicas.