Alex Otaola: Afina la maquinaria en ‘Fractales Vol. II’

Foto: Instagram

Por Carlos Meraz

El músico Alex Otaola ha sido parte del engranaje de potentes maquinarias sonoras, como Santa Sabina, La Barranca, San Pascualito Rey y Cuca. Hoy, de nuevo en su faceta en solitario, ya no es una pieza mecánica sino el relojero, quien con paciencia, sofisticación y alta precisión, arma cada pieza y afina los componentes en un noble afán por trascender el tiempo, con su más reciente y ambiciosa obra discográfica Fractales Vol. II.

El término fractal, propuesto por el matemático polaco Benoît Mandelbrot en 1975, se deriva del latín fractus qué significa quebrado o fracturado. Y así, 14 años después de la primera edición de la fragmentación sónica, ahora regresa con un segundo ejemplar que continúa la experimentación con las “canciones collage”, a partir de los sintetizadores y guitarra que ejecuta.

“Es Fractales 2.0, Fractales reloaded o Fractales contraataca. Es música más experimental que suele iniciar con música electrónica y termina con rock o se mezclan. Es un rompecabezas que el escucha lo descubre como una suerte de banda sonora o score, pues es muy cinematográfico.

“También lo percibo como un diario pandémico, con una gran cantidad de sensaciones contrastantes”, explicó el también productor mexicano.

LA MECÁNICA DEL CONCEPTO 

El álbum conceptual Fractales Vol. II busca crear una experiencia de inmersión auditiva, como las que Otaola recibió en su adolescencia al escuchar los discos de Pink Floyd, Frank Zappa o Miles Davis.

Para ello el álbum con 12 temas instrumentales incluyó la participación de 26 notables instrumentistas internacionales (Alfonso André, Alonso Arreola, Andrés Landon y Ravish Momin, entre otros) y ya está disponible en las plataformas digitales, así como en formato físico en vinyl transparente de edición limitada.

Además ayer estrenó el tema Rumble driver, en alusión a las clásicas películas Rumble fish y Taxi driver, “un tema donde los ritmos e instrumentaciones cambian de velocidad, en un momento se frenan y luego se ponen en marcha para acelerar a tope”.

“Mi trabajo de idear, generar y ordenar fragmentos musicales, como el oficio de un editor cinematográfico, pues al final deseo que se escuche como una obra total y cronológica, que se percibe como un viaje o una historia”, concluyó.