Por Carlos Meraz
El escritor estadounidense Elbert Hubbard acuñó una de las máximas más ingeniosas sobre el ciclo terrenal: “No te tomes la vida en serio; nunca saldrás vivo de ella”. Quizá por ello del dolor al gozo sólo hay 14 canciones, con temáticas cotidianas, en la obra del músico malagueño El Kanka, plasmada en un álbum sobre el arte de vivir, bajo el título de Cosas de los vivientes.
“Un muerto no siente, ni le duele la barriga ni sufre desamor o gripe, tampoco come hamburguesas o escucha música. Los vivos sí, por suerte o por desgracia, sufrimos, disfrutamos y vemos la tele. Así que nada, esto es una colección de cosas que nos pasan a los vivos, de experiencias y reflexiones.
“En algunas canciones me muestro tal como soy y en otras como quiero ser; tratan de la amistad, la nostalgia, la muerte, el amor, los proyectos de futuro y las sombras del pasado, me burlo de los ‘opinólogos’ y, a veces, tan sólo dejo fluir al verbo”, destaca en el comunicado oficial.
“El título proviene de una frase que me dijo mi psicoanalista, pues quienes ya no están en el plano terrenal no les pasa nada ni tienen problemas, en cambio a los vivos nos sucede de todo”, reiteró.
MÚSICA DE “KANKAUTOR”
Cosas de los vivientes, del cantautor malacitano —que a sus 40 años responde al nombre de Juan Gómez Canca—, se presentará este 15 de febrero en directo, con un showcase a las 16:30 horas en el Foro del Tejedor.
Además El Kanka anunció que regresará a la CDMX en octubre próximo para escenificar su gira, que arrancará en marzo por España.
De su quinto y más reciente disco se desprenden los sencillos Autorretrato, No se dice suerte, O algo, Para vivir (con la veracruzana Silvana Estrada) y Propósitos de año nuevo.
Tras definir su estilo como música de “kankautor”, con influencias líricas del uruguayo Jorge Drexler y reminiscencias sónicas de The Beatles, destacó que le gustaría realizar una colaboración con la mexicana Natalia Lafourcade.
“Este es un disco igual para el depresivo que para el feliz. Soy un neuras freudiano, pueden tener un toque psicoanalítico pues llevo en terapia diez años. Pero creo que la música y el arte en general tienen un poder sanatorio. Se dice que el ser humano se enferma por alejarse de las actividades recreativas”, concluyó.
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