El rock envejece, Mick Jagger no

Foto: @therollingstones

Por Carlos Meraz

Pacto con Lucifer, genética al estilo de Benjamin Button o una disciplinada vida aeróbica de Jane Fonda, todo eso y más es la asombrosa vida de Mick Jagger, quien a sus 79 años, que cumple este martes 26 de julio, aún es capaz de cantar, bailar y correr como un crío en los mastodónticos escenarios que actualmente presentan The Rolling Stones.

Más allá de la indiscutible relevancia del legado de la mítica banda británica, la increíble actitud y envidiable condición físico-atlética del vocalista es en sí un material de estudio para la geriatría ante una celebridad —que junto con sus compañeros Keith Richards y Ron Wood, de 78 y 75 años, respectivamente— no conoce la fatiga ni los planes de retiro, tal y como lo vaticina el origen del nombre del grupo, en la canción del bluesman Muddy Waters: “una piedra rodante no acumula moho”.

De su gran boca en 1972 surgió la frase: “Cuando cumpla 33 años, me retiro. Ese es el momento en que el que un hombre tiene que dedicarse a otras cosas. No quiero ser una estrella de rock durante toda mi vida. No me podría imaginar terminando como Elvis Presley tocando en Las Vegas para todas esas amas de casa y todas esas viejas con sus carteras viniendo a verme. Es realmente enfermizo”.

¿THE BEATLES O THE ROLLING STONES?
Como en su versión de 1964, Time Is On My Side, la voz que no alcanza la satisfacción y tiene simpatía por el diablo sabe que el tiempo está de su lado, con seis décadas en el rock que avalan su resistencia a modernizarse musical y físicamente, sabedor de que cada arruga es una canción en esos rostros literalmente tallados a piedra.

“The Rolling Stones es una gran banda de conciertos en otras décadas y otras áreas cuando The Beatles ni siquiera hicieron una gira por el Madison Square Garden con un sistema de sonido decente... Esa es la gran diferencia... Afortunadamente, una banda sigue tocando en estadios y la otra banda ya no existe”, contestó a Paul McCartney, quien hace un par de años tachó a los Stones de ser un grupo de  cóvers de blues. 

Él pertenece a esa irrepetible estirpe de mitos vivientes ingleses, como McCartney y la mismísima reina Isabel II, cuyas solas existencias bastan para hacer sonar la caja registradora con ingresos en millones de libras esterlinas. Así que por el bien del imperio británico ¡Dios salve a… Mick Jagger!

En el Siglo XXI el rock ha envejecido, pero Mick no, incluso en un derroche de juventud acumulada venció una afección cardiaca y un contagio de covid para de inmediato reactivar la gira europea Sixty con la banda más espectacular y longeva sobre la faz de la Tierra: ¡Damas y caballeros, los incombustibles The Rolling Stones!