El secreto detrás del éxito del K-pop, en el plano internacional
Por Paola González Castañón
Ciudad de México.- El k-pop llegó a principios de los noventa y con él no sólo una revolución en la industria del entretenimiento, sino también uno de los pilares para levantar la economía de Corea del Sur, un país que 70 años después de ser devastado por una guerra tiene la decimosegunda economía del mundo.
El término Hallyu refiere a la llamada ola coreana, que impactó primero en los países vecinos, cuando Corea estableció relaciones diplomáticas con China en la década de los noventa, para posteriormente avanzar a occidente.
Muchos han oído hablar del fenómeno musical del K-pop o al menos del éxito mundial de agrupaciones como BTS o BLACKPINK, asimismo, sobre la euforia por todo lo coreano k-dramas, k-beauty, k-fashion, k-todo.
Y, aunque el k-pop traspasó las fronteras por su mix de sonidos en combinación con coreografías y llamativas propuestas en escena, donde destacan la moda, los colores y el estilo, no deja de ser pop, sin embargo, su éxito radica en la industria que hay detrás, que parte de todo aquello que funcionó en occidente durante la década de los noventa: las boybands o girlbands.
PRIMERA GENERACIÓN (1990-2000)
El mundo del K-pop está marcado por cinco generaciones, que podríamos denominar como olas o etapas que van desde 1990 hasta ahora. Durante esta primera generación, mientras Estados Unidos tenía a Britney Spears, Backstreet Boys y N’SYNC, en Corea del Sur nacían boybands como Boys, H.O.T, Shinhwa y S.E.S, este último un grupo de chicas y, junto a ellos el auge de los solistas como Jinyoung Park.
Es importante mencionar que esta primera generación se podría dividir en dos partes, ya que tras la separación de Seo Taiji Boys, se fundaron agencias por parte de los miembros, como YG Entertainment y JYP Entertainment, esta última de Jinyoung Park.
En esta segunda parte, con el nacimiento de Sechkies, BoA, Fin K.L., Roo’ra, god, el pop coreano se extendería por China, Japón y otros países asiáticos.
SEGUNDA GENERACIÓN (2001-2011)
Casi una década después, los grupos comenzaron a adoptar sus propios estilos, con lo que surgieron grupos como BIGBANG, TVXQ!, Super Junior, SS501, Wonder Girls, Girls’ Generation y KARA, siendo estos los que llevarían el K-pop a los países occidentales.
Durante la mitad de esta generación, comenzaron a debutar grupos como SHINee, 2NE1, 2AM, 2PM, Miss A, SISTAR, f(x), INFINTE, que llegaron a las playlist occidentales con la plataforma de YouTube, esto hasta llegar al Gangnam Style de PSY, en 2012.
TERCERA GENERACIÓN (2012-2018)
Esta tercera generación inicia con el debut de EXO, BTS, GOT7, TWICE, NU’EST, MONSTA X, Day6, BLACKPINK, momento en el que la mayoría de los kpopers se unieron al gran fanbase del Hallyu, con lo que dejaron en claro que el K-pop no era una moda pasajera y había llegado para quedarse.
CUARTA GENERACIÓN (2018 – 2022)
En esta generación inicia la historia de grupos como TXT, ITZY, IZ*ONE, ATEEZ, Loona y Stray Kids, agrupaciones que se posicionaron rápidamente en el gusto del público, algunos de ellos en menos de un año y medio tras su debut.
QUINTA GENERACIÓN (2023 – ACTUALIDAD)
Realmente no existe algo que dictamine el final o inicio de una nueva generación, ya que desde 2022 se hablaba de una quinta generación, sin embargo, no fue hasta 2023 cuando se asentaron las bases de la misma con grupos como xikers, BOYNEXTDOOR, BABYMONSTER, 8TURN, ADYA, POW, ZEROBASEONE, EVNNE.
IMPACTO EN LA ECONOMÍA DE COREA DEL SUR
El K-Pop se ha convertido en uno de los géneros musicales favoritos de millones de personas en todo el mundo, pero ¿cómo influye esto en la economía de Corea del Sur?
Aunque el K-pop se ha ido popularizando a lo largo de los años, fue a partir de la pandemia por Covid-19 que este género atravesó fronteras, beneficiando a distintos sectores de Corea del Sur.
Y, es que de acuerdo con Hyundai Reseaarch Institute, tan solo en 2018 la aportación del K-Pop al Producto Interno Bruto (PIB) de Corea del Sur era del 17%.
Por su parte, el Ministerio de Cultura, Deportes y Turismo de Corea del Sur, agregó que se prevé que este género musical genere para 2031, 20 mil millones de dólares del PIB, lo mismo que toda la economía surcoreana en 1974.
Aunque existen distintas agrupaciones importantes dentro de la industria del K-pop, Bangtan Sonyeondan (BTS) es una de las más populares y exitosas del género, aportando grandes avances a su país.
Un estudio del Korean Culture & Tourism Institute, calcula que cada año la agrupación surcoreana genera alrededor de 5 mil millones de dólares a la economía del país, mientras que algunos analistas estiman que BTS podría contribuir con 29 mil 400 millones de dólares a la economía de Corea del Sur, esto desde 2013 hasta el 2023.
K-DRAMAS
Corea del Sur no solo exporta k-pop y éxitos cinematográficos como Parasite, sino también series clasificadas como k-dramas, que se llevan fuera del continente asiático. De esta manera, su cultura y artistas pueden hacerse más conocidos al llegar a un público más amplio.
El éxito de estas producciones, series y películas, junto al impacto global de grupos como BTS y BLACKPINK, han contribuido significativamente a la popularidad de la cultura surcoreana.
El impacto de los K-dramas tras el éxito internacional ha sido profundo, influyendo en la cultura popular, las tendencias de moda y belleza, el turismo e incluso las relaciones internacionales.
Un ejemplo de ello es el alucinante éxito de El juego del calamar, thriller distópico, lanzado en la plataforma de Netflix en 2021. Y es que no solo batió récords de audiencia e impulsó a los actores Lee Jung-jae, Park Hae-soo, Wi Ha-joon y Jung Ho-yeon a la escena internacional, sino que también desató debates sobre la desigualdad de riqueza y la condición humana, demostrando el poder de los K-dramas para trascender el simple entretenimiento y abordar problemas sociales urgentes.
De cara al futuro, la influencia no solo del k-pop sino del entretenimiento surcoreano en sí en la escena mundial parece prometedora. Esto por la capacidad de la industria para adaptarse a los gustos globales y al mismo tiempo conservar elementos típicos de la cultura coreana que garantiza su éxito.
PGC