Entre lo oficial y lo pirata: la playera que une a fans y bandas
Por Brandon Díaz de León
Asistir a un concierto también es la oportunidad de llevarse “la playera del evento”, como suelen gritar los vendedores antes y después de cada show. A eso se suman tazas, pósters, sudaderas, plumas y todo tipo de souvenirs con diseños llamativos y, según algunos fans, mejores que la mercancía oficial. Y aunque siempre habrá quien defienda lo original, lo cierto es que la merch, sea oficial o pirata, tiene un impacto enorme en cómo un fan construye su identidad.
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Los ingresos del proyecto
¿Puede un artista vivir únicamente de la venta de discos? Para muchos suena imposible, pero claro que se puede, incluso cuando la mayor parte de su música se consume a través de plataformas de streaming. Sin embargo, alcanzar ese nivel requiere años de trabajo donde los fans juegan un papel vital. Es en este contexto donde la merch también se vuelve fundamental, ya que representa ingresos directos para las bandas y, en muchos casos, mantiene en funcionamiento gran parte de los proyectos.
Distintos factores
Andrés Rosas del Castillo, que ha trabajado vendiendo merch oficial de Ed Maverick, Lng/SHT y Allison, menciona que la diferencia empieza por los materiales: “La calidad es lo primero, aunque hay pirata que dura más. Pero el tipo de tela, la serigrafía y el acabado cambian todo”. Mucha gente cree que estampar es poner tinta sobre una playera y ya, pero no: hay técnicas, costos, tintas diferentes y playeras de distintos gramajes. Incluso dentro de la merch oficial existen niveles; mientras algunos proyectos optan por lo más económico, otros apuestan por materiales duraderos, aunque eso implique un precio más alto.
Un 'cachito' del artista
Más allá de la tela, lo que realmente importa es lo emocional. Andrés comenta que llevarse merch oficial: “No es solo una playera; es el recuerdo de que estuviste ahí”. Para muchos representa un esfuerzo: ahorrar, ajustar presupuestos o incluso planear un viaje para poder ver el show. Conseguir una playera oficial es como cerrar un círculo, es un pedacito de la noche que se puede llevar puesto: “Además, la merch oficial tiene algo del artista, ya que varias veces ellos aprueban el diseño y los detalles, algo que la piratería no”, explica Andrés.
Los venues no ayudan
Vender merch oficial, sin embargo, no siempre es sencillo. Muchos recintos cobran porcentajes altos por permitir la venta dentro de sus instalaciones, lo que afecta directamente a las bandas y al público que busca llevarse un recuerdo. Por ello, no es raro que algunas agrupaciones monten pop-up stores horas antes del show en otras locaciones pagando comisiones justas.
Éxito reflejado en la piratería
Mientras que para la industria musical la piratería es un problema; para el fan con corto presupuesto es una salvación; y para quienes la venden, representa un ingreso que mantiene familias. Hay quien dice que cuando te piratean, es porque ya te está yendo bien. Nadie lo quiere admitir, pero en cierto sentido es un extraño cumplido.
¿Afecta a las bandas? Sí. ¿Pero también ayuda a difundir su nombre? Por supuesto. Según Andrés: “No la puedes detener. Hay algunos recintos que hacen que estén lejos de la entrada, pero aun así el público llega a la piratería”. Al final es un fan que quiere sentirse cerca de su artista favorito: “Es llevarse más que solo una playera. No sabes el esfuerzo que alguien hace para ir a un concierto, siento que aumenta mucho el valor llevarse la merch oficial”.
El valor agregado
Entre bandas, fans, venues y vendedores, la merch se convierte en un símbolo de identidad. Oficial o pirata, cada pieza habla de quiénes somos y qué conciertos marcaron nuestra vida. Pero conocer lo que hay detrás (la producción, la aprobación de los artistas, los costos y las restricciones de los recintos) ayuda a valorar aún más lo que implica cada playera que termina en manos de un fan.
Lo que hace especial una playera no es solo si es oficial o pirata, sino todo lo que representa para el fan: el recuerdo del concierto, la emoción de estar cerca de su banda favorita y la conexión única que se lleva puesta cada vez que la usa.
