Por Carlos Meraz
Uno de los poemas de Lord Byron menos conocidos fue escrito en 1808, en honor a su leal mascota, un Terranova de nombre Boatswain, titulado Epitafio para un perro, que incluso fue inscrito sobre su tumba, cuyas dimensiones son incluso aún más grandes que la última morada del célebre escritor británico: “Aquí reposan los restos de una criatura que fue bella sin vanidad, fuerte sin insolencia, valiente sin ferocidad y tuvo todas las virtudes del hombre y ninguno de sus defectos”.
Producido por Lemon Studios para la plataforma ViX+ de Televisa, a lo largo de ocho episodios de su primera temporada, La loca de los perros es un reality show sobre la labor de rescate y rehabilitación de perros callejeros o abandonados, que emprende cotidianamente la modelo colombiana y exconductora de Fox Sports México, Erika Fernández.
La influencer, que tan sólo en la red social Instagram cuenta con más de 2 millones de seguidores, también es creadora de la fundación Amor sin Raza, encargada de proteger, sanar y dar en adopción a canes que hayan sufrido maltrato e impuslora de la iniciativa Emparejadogs, que busca ayuda en dinero o especie para manener a las mascotas caídas en desgracia.
“Quiero volverme la César Millán de los perros rescatados y haremos jornadas masivas de esterilización. Se calcula que en México hay 23 millones de perros abandonados”, dijo.
AMORES PERROS EN LA REALIDAD
Erika Fernández nació en Estados Unidos, su infancia la vivió en Colombia y desde hace diez años radica en la Ciudad de México, se caracteriza por ser poseedora de una anatomía de infarto, ser fan de los tatuajes y, sobre todo, una defensora incondicional de los perros.
“A los 17 años me fui a Estados Unidos con mi perrita Nany, una Boston terrier que murió el año pasado. Pero el perro que me cambió la vida fue aquí en México, con uno callejero que rondaba las instalaciones de Fox Sports y me lo llevé a mi casa. Lo llevé al veterinario pues estaba muy lastimado y dije si se salva es mío... Así llegó a mi vida Homero, un perro maravilloso que murió el 4 de enero de 2020 y fue mi inspiración.
“Los humanos nos hemos vuelto superficiales. Estoy muy orgullosa de cómo me veo, pero no soy sólo una mujer sexy y voluptuosa, también tengo un gran corazón. Yo no quería que el reality show fuera un teletón de perros, sino una inspiración para una actitud positiva hacia los animales, ya que desde hace siete años yo me rompo la madre por mis perros”, advirtió.
En pleno siglo XXI, donde aún prolifera en la sociedad el abandono y maltrato animal, el malogrado término “humanismo” quizá debiera ser cambiado por “animalismo”, ya que Erika consideró que los canes conservan códigos más evolutivos sobre la empatía, felicidad, inteligencia y lealtad que la propia especie humana.
Como bien sentenció el escritor neoyorquino Eduard Hoagland: “Para disfrutar en verdad de un perro, no se debe tratar de entrenarlo para que sea semihumano. El punto es abrirse uno, a la posibilidad de ser más perro”.
