Exhibirán en San Ildefonso relación artística entre Francisco Toledo y la fotografía
Por Kevin Aragón
Incontables parecen ser los caminos del arte y la cultura que dejó pavimentados en México el gran pintor oaxaqueño Francisco Toledo. Ahora se podrá conocer su relación artística con el ámbito fotográfico —del cual fue partícipe, coleccionista y promotor— en la exposición Lu’Biaan: Francisco Toledo y la fotografía, que será abierta al público el próximo viernes 15 de octubre, en el Antiguo Colegio de San Ildefonso.
Es una exhibición, cuya curaduría e investigación duró seis años para poder ver la luz, en que se muestran cerca de 400 piezas, entre fotografías, documentos de archivo, piezas artísticas e instalaciones que dan fe del modo en que el maestro Toledo se hizo consciente de su interés por la tradición mexicana e internacional de la fotografía para después legarla a nuevas generaciones de observadores y fotógrafos.
Para hacer visible este proceso, la exposición está dividida en ocho núcleos temáticos. Uno de ellos, responde a la forma en que el maestro usó su propia imagen para ser tema de fotógrafos emblemáticos como Graciela Iturbide, que lo acompañó durante muchos años en su trayectoria, Rogelio Cuéllar, Juan Carlos Reyes y Rosana Schoijett. Pero también de sus primeros acercamientos al mundo de la fotografía a través de libros que él mismo editó, su conocida serie de polaroids y un catálogo hecho por el fotógrafo Manuel Álvarez Bravo.
Destaca una serie de intervenciones fotográficas que habían permanecido inéditas en que se muestra cómo Toledo “jugaba” con las imágenes de revistas que recibía para seleccionarlas e ingresarlas a sus diferentes bibliotecas.
Otro núcleo abarca la creación del Centro Fotográfico Manuel Álvarez Bravo (CFMAB), fundado por el mismo Toledo y que cumple 25 años, por lo que se suma al motivo de la exposición. En esta sección se exhibe el interés social y artístico de Toledo a través de las fotografías de la muestra Germinar, hecha en 2007, por el CFMAB, realizado para dar memoria del movimiento hecho por la Coalición Obrera, Campesina, Estudiantil del Istmo, que marcó precedentes en la vida democrática del país; así como otra selección de fotos del movimiento de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca.
Cabe señalar que el CFMAB ha permitido desde su creación el desarrollo y promoción de nuevos fotógrafos mexicanos a través de talleres, edición de libros y exhibición en distintos recintos creados por Toledo; así como la conservación y catalogación de la colección de fotografías de Francisco Toledo.
La exhibición Lu’Biaan… (que en zapoteco significa “ojo de luz) también da lugar a la faceta de Toledo como coleccionista. De nivel internacional, hay imágenes de artistas como Sebastião Salgado, Josef Koudelka y William Klein, con quienes tuvo contacto el maestro, así como una vastísima colección de fotografías de la prensa nacional y mundial.
La colección de Toledo, que aproximadamente llega a las 100 mil piezas —cuyo inventario no ha concluido— también tiene imágenes que resumen de manera única, amplia y precisa la historia de la fotografía en México. De éstas en la exposición hay capturas hechas por Juan Rulfo, Nacho López, Guillermo Kahlo, Mariana Yampolsky, entre otros.
La “comunalidad” o forma de vivir de los oaxaqueños es otro tema de la exposición. Éste se puede ver a través del lente de Sotero Constantino cuya serie de fotografías, tomadas en la segunda mitad del siglo XX, forma parte del acervo de Toledo en el CFMAB; y la mirada de niños y adolescentes que participaron en el Taller Fotográfico de Guelatao, a cargo de Mariana Rosenberg, de los cuales algunos son figuras reconocidas, como Luna Marán y Jorge Santiago.
También la muestra es un ejemplo del cambio de la narrativa de la fotografía mexicana durante la década de los setenta, en que ésta tuvo mayor intercambio y presencia internacional, tiempo en que coincidieron diversos recintos fundados por Francisco Toledo, como la Casa de Cultura de Juchitán, el Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca y el Museo de Arte Contemporáneo de Oaxaca.
La muestra termina con las nuevas expresiones fotográficas del siglo XXI que forman parte de la exposición. Éstas producto del trabajo paralelo de nuevas instituciones y las fundadas por el maestro Toledo, las cuales han dado pie al desarrollo de fotógrafos contemporáneos como Koral Carballo y Yael Martínez, quienes han documentado la violencia de los hechos en Guerrero y Veracruz; o Luis Arturo Aguirre y Nelson Morales, que han explorado los linderos de la sexualidad y el placer en Acapulco y el Istmo de Tehuantepec.
Respecto a la influencia de Francisco Toledo en la historia de la fotografía mexicana, el investigador Alejandro Castellanos, curador de la exposición, dijo a la prensa: “El artista que más influyó en la fotografía en México es Toledo. Algo que es paradójico, porque no era un fotógrafo asumido, pero no hay nadie que haya hecho que tantos jóvenes se adentraran en la fotografía y desarrollaran sus proyectos, no sólo como actores, sino con una visión de la cultura y las comunidades.”
