Por Carlos Meraz
El profeta del fin del mundo, el escritor estadounidense Howard Phillips Lovecraft, profetizó: “¿Quién conoce el fin? Lo que ha emergido puede hundirse y lo que se ha hundido puede emerger. Lo satánico aguarda soñando en el fondo del mar, y sobre las ondulantes ciudades humanadas navega el Apocalipsis”. Tal reflexión es parte de la tesis de la canción La profecía del cantautor catalán Guillem Roma, con la salvedad de que si de algo hay que morir pues que sea de amor.
La profecía, según Roma, se detonará con el calentamiento global, que ocasionará tanto migraciones como refugiados climáticos y, según los científicos, la primera nación que lo padecerá será un archipiélago perdido en medio del Océano Pacífico, llamado Kiribati, tal y como tituló a su más reciente álbum.
“El disco se titula Kiribati como esas paradisíacas islas que, según estudios pronosticados para dentro de 10 años, serán las primeras en desaparecer del mapa, al quedar sumergidas por el aumento en el nivel del mar.
“Ese pequeño país insular al noreste de Australia será una nueva Atlántida, sepultada bajo el agua como consecuencia de los excesos de la humanidad contra el medio ambiente”, advirtió.
EL FUTURO CON SONIDOS DEL PASADO
Guillem Roma interpreta La profecía con la participación vocal de la también catalana Silvia Pérez Cruz, y en el disco también contó con el dueto mexicano Daniel, Me Estás Matando, en el tema Ya nunca lo sabrás.
El artista de 37 años explicó que su estilo de neo-bolero romántico distópico más que un concepto catastrofista es un “álbum vitalista”, en donde el amor en todas sus expresiones es la única solución para un cambio de vida antes de los desastres naturales con resultados irreversibles.
“Con el bolero es una manera de tender un puente trasatlántico entre el Mediterráneo y el Caribe. Soy un alma vieja que disfruta de revitalizar géneros musicales del ayer”, destacó el músico, que en julio y agosto emprenderá un tour por España y para otoño contempla una gira por México.
Al final sólo él amor nos salvará en Kiribati, de Roma, un concepto discográfico vintage que, paradójicamente, en su temática aborda el futuro con sonidos del pasado.
