Durante sus vacaciones en Japón, el comediante mexicano Javier Carranza, conocido como “El Costeño”, fue brevemente detenido por autoridades locales luego de que su mánager lo acusara en tono de broma de haber dejado basura en la vía pública, específicamente unos botes de agua frente a la icónica Torre de Tokio. En Japón, este tipo de acciones se consideran una infracción seria debido a sus estrictas normas de limpieza y respeto por el espacio común.
La situación generó tensión momentánea, pero fue aclarada rápidamente gracias a la intervención de traductores, quienes explicaron que se trataba de una confusión. Al mostrar sus credenciales como figura pública mexicana, los oficiales terminaron riendo junto al comediante, quien aprovechó para tomarse una foto que inmortalizó el curioso episodio.
Este incidente pone de relieve la rigurosidad de las normas japonesas sobre el manejo de residuos, donde incluso dejar objetos temporalmente en la calle puede interpretarse como una falta administrativa.
