Por Carlos Meraz
El médico y escritor estadounidense Oliver Wendell Holmes sentenció: “Los hombres no dejan de jugar porque envejecen; envejecen porque dejan de jugar“. El juguete es tan necesario en la infancia para incentivar tanto la imaginación del niño como para fortalecer su autoestima al sentirse querido. Y eso lo saben muy bien los Reyes Magos: Melchor, Gaspar y Baltasar, así como Jorge Garralda, artífice y promotor del Juguetón.
Como desde 27 años atrás, el conductor televisivo vuelve a convertirse en una suerte de honorario rey mago Azteca, con su campaña anual organizada por Fundación Azteca de Grupo Salinas, que desde el pasado 1 de diciembre arrancó oficialmente la recaudación de juguetes para niños de escasos recursos en México, bajo el slogan de “Juguetón. Un regalo… Una sonrisa”.
A la par del arranque de la recolección de regalos para ser entregados como parte del festejo de los Reyes Magos también se inauguró la tradicional Villa Juguetón en las instalaciones de la televisora del Ajusco, bajo estrictas medidas de seguridad y con la donación de un juguete como boleto de entrada al pedagógico y lúdico espacio, tras no realizarse en la edición anterior debido a la pandemia.
“Durante la campaña soy El Grinch más que un Rey Mago, ya que me involucro hasta la obsesión para sacarla en tiempo y forma, porque los Reyes Magos nunca llegan tarde y para ello cuento con una legión de mil 600 voluntarios que dan todo por mantener esa ilusión en los niños.
“En la recolección ya superamos los 18 millones de juguetes desde hace tiempo. Pero el Juguetón no va por cifras sino por las risas de los niños. Aunque no está por demás decir que en 25 ediciones ya teníamos contabilizados 288 millones de regalos entregados a niños a nivel nacional”, advirtió Garralda.
GARRALDA REPARTE SONRISAS
Con la consigna de “Hagamos sonreír a México”, Garralda se ha dedicado a ofrecer ilusiones materializadas en juguetes, como las que él disfrutó cada 6 de enero de su infancia, donde nunca los Reyes Magos dejaron de darle un obsequio.
“El juguete es la diferencia para un niño entre ser o no ser, y yo, desafortunadamente para mis detractores, tuve una infancia feliz y colmada de juguetes.
“Si uno tiene la oportunidad de hacer algo y no lo haces, es un pecado, ya que la experiencia del regalo es sentir que alguien pensó en ti sin siquiera conocerte y esa ilusión es maravillosa”, destacó.
Como bien dijera el célebre poeta chileno y premio Nobel de Literatura en 1971, Pablo Neruda: “El niño que no juega no es niño, pero el hombre que no juega perdió para siempre al niño que vivía en él y que le hará mucha falta”.
