Por Carlos Meraz
La teórica marxista alemana de origen judío, Rosa Luxemburgo, sentenció: “Quienes no se mueven no notan sus cadenas”. Tal paradoja destaca que la conciencia de la opresión no se percibe en la indolencia y mucho menos en la apatía. Así que en el juego de la vida siempre es vital que haya mujeres y no simplemente para competir con los hombres, sino para demostrar que ambos géneros tienen el derecho a pisar y a jugar en todos los terrenos.
De eso y más trata Las Pelotaris 1926, la serie de Vix+ basada en un suceso real acontecido hace casi 100 años que tuvo repercusiones en España, México, algunos países de América Latina e incluso hasta Filipinas, cuando las también llamadas raquetistas conquistaron los frontones de medio planeta, siendo las primera deportistas femeninas en ganar mucho más allá de la cancha, al pertenecer a una federación y hasta conseguir seguro social. Todo un hito en su época, con tres pioneras tanto admiradas como estigmatizadas.
Las protagonistas son caracterizadas por una mexicana y dos madrileñas, respectivamente, Chelo (Zuria Vega), Idoia (Claudia Salas) e Itzi (María de Nati), tres jugadoras de pelota vasca que luchan por alcanzar sus sueños en los años 20 del siglo pasado. Pero las deportistas profesionales tendrán que asumir las consecuencias de romper moldes en un mundo donde la ambición y la libertad estaban negadas para el género femenino.
TOMARSE EL JUEGO EN SERIO
Las Pelotaris 1926 mezcla amor, romance, amistad y maternidad, pero también personajes oscuros, como tramposos y asesinos a sueldo en un trepidante thriller de una serie con una historia que merece ser contada.
— ¿Qué tanto, poco o nada ha cambiado el rol de la mujer de la historia en 1926 a la actualidad?
— Zuria Vega: Tiene dos lados. Uno lo que sí hicieron estas mujeres por nosotras y por el deporte, que se metió un poco por debajo de la alfombra, siendo una historia nunca antes contada por cien años hasta esta ficción. Incluso nosotras no sabíamos quiénes eran las pelotaris, hasta que llegó esta historia a nuestras manos.
Por una parte es honrar a esta mujeres que abrieron brecha y, por otro lado, evidenciar conductas que, lamentablemente, no sólo se han perpetuado sino normalizado. Se ha avanzado, pero falta mucho camino por recorrer.
— ¿El deporte, como la ciencia y las artes, es emancipador para la mujer?
— Claudia Salas: Ellas encuentran en el deporte el arma más potente de lucha para cambiar. Y no porque no les guste este deporte, que practican y que aman. Es una manera de reivindicar, de vivir las vidas que quisieran con libertad, pues antes la mujer estaba casi programada para engendrar y criar, además de complacer a su marido y familia.
Con ese deporte tienen la oportunidad de viajar y conocer otros países, y entre más cultura tienes más libertad adquieres. Eso les abrió la mentalidad y empieza el cambio. El deporte les hizo abrir los ojos.
— ¿Qué tan cierto y actual es el adagio de que el peor enemigo de una mujer es otra mujer?
— María de Nati: Eso es algo que te inculcan, desde pequeñita te hacen creer que el mayor enemigo de la mujer es la mujer misma. Yo a lo largo de mi vida, como actriz y persona, me he dado cuenta que mi mayor amigo ha sido la mujer.
La persona que más me ayudado en mi casa ha sido mi madre y mis amigas. Cuando he estado en una situación espantosa ha sido mi propia amiga la que me dice: ‘Estoy contigo, empatizo contigo’. Como mujeres adultas el ayudarnos entre nosotras es el camino a seguir.
— El deporte no es equitativo, pues apoya más a los hombres que a las mujeres, ¿o no?
—ZV: Tiene que ver con el apoyo, porque en el caso de la mujer no tiene la misma visibilidad, por lo cual no tienen el mismo apoyo económico y por ende no pueden tener el mismo rendimiento. En mi país, México, las mujeres han sufrido de abuso y acoso para llegar a ciertos lugares o han tenido que aguantarlo.
— ¿Esta serie para qué tipo de mujer va dirigida?
— CS: Está basada en la vida de tres mujeres valientes, pero a mí me encantaría que la vieran los hombres, pues también son víctimas del sistema matriarcal.
TODAS PARA UNA Y...
Chelo (Zuria Vega) proviene de la clase media mexicana. Su sueño siempre fue jugar a la pelota y en el país es una de las mejores. Es una buena persona, que en ocasiones se muestra como una mujer frágil, pero en el fondo es muy fuerte. Tiende a enamorarse de hombres que no le convienen, como su marido Alejandro (David Chocarro).
Idoia (Claudia Salas) es ambiciosa, egoísta, con mucha seguridad y determinación. Es la campeona, la reina de los frontones en España, y como tal quiere que la traten. Queda embarazada siendo casi una niña y se vio obligada a dar a su hijo en adopción, pero nunca se ha despreocupado del él. Viene de la calle y ahora, que lo ansía todo, no se conformará con ser una estrella.
Itzi (María de Nati) es impulsiva, vitalista, optimista y voluble. Sus dos pasiones son Ane (Alex Onieva), de la que lleva locamente enamorada desde hace tres años, y la pelota. Hará todo lo posible por recuperar a su amor y seguir triunfando en los frontones, aunque eso suponga enfrentarse a su padre, un importante empresario que controla el juego de pelota en el País Vasco.
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