Los narcos son ‘publicistas del terror’, asevera el guionista Guillermo Arriaga

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Venecia.- El guionista Guillermo Arriaga cree que si hay un país bondadoso es el suyo, México, y que su fama de violento se ve engrandecida interesadamente por los narcos, "unos publicistas del terror", explicó desde Festival de Venecia, a donde ha acudido con "A cielo abierto", dirigida por sus hijos.

"No me molesta, pero creo que se pierde de vista la complejidad de todo un país por unos muy buenos publicistas que son los narcos. Tenemos unos publicistas del terror", sostiene, al ser cuestionado si le irrita ese cliché que suele endosarse a su país.

Arriaga, autor de guiones como "Amores perros" (2000) o "Desde allá" (2015), la primera cinta latinoamericana en ganar el León de Oro, ha regresado a la Mostra con el texto de "A cielo abierto", dirigido por sus dos hijos, Mariana y Santiago.

La cinta, escrita en los años noventa pero nunca rodada, es la odisea de dos hermanos para vengarse del camionero que mató a su padre en un accidente de tráfico, aunque sus planes les llevarán a afrontar sus temores más profundos, encarando de una vez por todas el pasado.

"Me interesa la capacidad de los seres humanos de tener un punto de encuentro a pesar del odio que se puedan suscitar. La venganza te sumerge en una espiral de más venganzas. Mira los grandes conflictos del Medio Oriente, por ejemplo, son milenarios porque una tribu mató a otra, y ahí siguen, se alimenta con odio", sostiene.

La meta de la trama puede que sea distinta, pero en esa búsqueda de la venganza, los jóvenes protagonistas, Theo Goldin y Maximo Hollander, recurren en primera instancia a la violencia y el secuestro.

"Creo que todo país tiene un punto de quiebre. En Alemania me decían que México era un país muy violento y yo les decía a los alemanes '¿en serio lo dicen ustedes? A España le ha costado muchos años salir de la violencia. Después de la guerra civil la violencia siguió", afirmó.

"A cielo abierto", en definitiva, más que retratar la violencia de México pretende plasmar su otra cara: "Creo que, si hay algún país bondadoso, ese es México", defiende.

Reconoció que la situación ha cambiado mucho desde que en los 90’s redactara en su máquina de escribir este guión. Llegaron los narcos, o más bien, resume, "llegó el dinero del primer mundo".

"No habría narcos si no fuesen financiados por el consumo del primer mundo", zanja.

"A CIELO ABIERTO", UN GUIÓN RESCATADO

Guillermo Arriaga y sus hijos, Mariana y Santiago, presentan en Venecia "A cielo abierto", el primer guión del escritor, anterior a "Amores perros" (2000), y que sus vástagos encontraron por casualidad rebuscando en los cajones de su casa.

"Estoy muy orgulloso de trabajar con ellos", afirmó Arriaga padre el día de la presentación de la obra, que compite en la Sección Horizontes de la Mostra, la segunda en importancia y dedicada a las nuevas vanguardias artísticas.

"A cielo abierto" se trata del primer guión de Arriaga, escrito en los 90’s antes de su trilogía con Alejandro González Iñárritu -"Amores perros"; "21 gramos" (2004) y "Babel" (2006)-, pero nunca se rodó por desavenencias con la productora que había comprado los derechos por 15 años.

"Yo había acordado con la productora que lo dirigiría yo, pero nunca me lo ofrecieron. Me traían directores y yo les decía que yo era director", refiere el patriarca.

Al final, este texto con la tragedia de dos hermanos quedó en una caja hasta que Santiago lo encontró y, aprovechando que los derechos habían expirado una década antes, decidió llevarlo a la pantalla.

"Un día ayudando a mi madre en la casa a ordenar papeles y demás, me encuentro con un manuscrito en máquina de escribir. Me lo llevo para digitalizarlo y que no quede solo en un papel, lo leo y me parece fascinante", recuerda Santiago, a sus 30 años.

Subrayó que "A cielo abierto" fue una historia que su padre "siempre pensó dirigir, pero luego cuando se lo planteamos -dice- empezó a considerarlo".

Acto seguido se lo comentó y, tras revisarlo para refrescar la mente, animó a sus hijos a recuperar los derechos y ponerse manos a la obra. Y así han llegado a Venecia.

La obra transpira también los recuerdos de la familia Arriaga, sobre todo los viajes al norte del país, como el que emprenden los dos hermanos de la película.

"La prioridad en casa con nuestro padre y nuestra madre siempre fue salir a conocer México y siempre por carreteras. Y Coahuila, especialmente Piedras Negras, era un lugar al que íbamos mucho", explica Mariana, de 32 años.

Precisamente el coche y la carretera son la base de esta película que nació hace tres décadas de un trauma del realizador: un accidente de automóvil "que se convirtió en una obsesión".

Pero sus hijos la han llevado a Venecia no solo para hablar de la culpa, la venganza o la redención, sino también para "retratar estas decisiones impulsivas que todo el mundo toma en la adolescencia, donde uno no se cuestiona sobre las posibles consecuencias", afirma Santiago.