Malpaís Ediciones, 10 años de resistencia independiente

Kevin Aragón

Ciudad de México.-  Desde el lanzamiento de la primera serie de su colección “Archivo Negro de la Poesía Mexicana”, en 2015, Malpaís Ediciones ha tenido cada vez más reconocimiento como editorial independiente por la destacada labor que todo su equipo hace por recuperar la memoria silenciada de la poesía nacional del siglo XX.

Sin embargo, este archivo es sólo el resultado parcial de toda una propuesta artística, ideológica y editorial que los integrantes de Malpaís han sabido cultivar desde antes de 2011 —fecha de su primera publicación— hasta ahora, que cumplen 10 años de resistencia. 

Cuenta en entrevista el poeta y ensayista Iván Cruz Osorio, coeditor del sello, que desde sus orígenes Malpaís se ha desenvuelto con el deseo de encontrar un equilibrio entre el arte visual y la literatura para realzar a cada libro como un objeto estético, a través de la participación de artistas visuales capaces de leer y transportar a la imagen textos, con la intención de confeccionarles “un traje hecho a la medida” en contra de la comercialización en masa del libro despersonalizado. 

“El escritor ya creó su obra, mientras que el artista visual colabora con viñetas y portadas. Los editores y el diseñador aportamos lo demás para hacer resaltar las creaciones tanto del escritor como del artista visual, entonces creemos que estamos en una cadena de creación. Los integrantes de Malpaís Ediciones nos concebimos también como creadores”, afirma Cruz Osorio. 

El segundo propósito de Malpaís Ediciones lo lleva en el nombre, pensado como una postura política ante la violencia y la desigualdad que desde el periodo de Felipe Calderón se han acentuado cada vez más.  Intención cuya denuncia se extiende en el contenido de gran parte de sus libros que ya superan los 50 —20 de ellos con el apoyo del FONCA— y que no sólo se enfocan en difundir poesía sino también fotografía, gráfica, libro objeto, narrativa, crónica y ensayo.  

Sobre sus publicaciones, Iván Cruz Osorio considera que definitivamente, y de una forma completamente sorpresiva, el mayor éxito que han tenido es el Archivo Negro de la Poesía Mexicana que ya cuenta con una segunda serie. Así han rescatado del olvido en total el trabajo de 20 autores, nacidos entre la última década del siglo XIX hasta los años 60 del XX, los cuales habían permanecido ocultos para el canon literario, en gran medida por la hegemonía impuesta por la poética de Octavio Paz. Entre ellos figuran el veracruzano Carlos Isla, Jaime Reyes —ganador del premio Xavier Villaurrutia en 1977—, la feminista Alaíde Foppa y el recién fallecido José Vicente Anaya, integrante y cofundador, junto a Roberto Bolaño, del movimiento literario del Infrarrealismo. 

“Hay nuevas generaciones que ya no ven la poesía mexicana como se veía hace 15 o 20 años. Todo era muy vertical, muy lineal. A partir de los medios masivos en internet que te permiten mayor acceso a poemas y ensayos, ya hay una comunicación que permite contrastar las ideas que posiblemente un tallerista o un maestro te pueda dar, es por eso que esta colección ha permitido que esos autores encuentren ahora sus verdaderos lectores” explica Cruz Osorio como razón del revuelo de este archivo. 

Entre los demás productos editoriales que han publicado se encuentra la colección “Archivo Max Rojas”, integrado por los poemarios El turno del aullante, Ser en la sombra y Un apéndice crítico, que rescata una de las poéticas políticas más aventuradas del siglo pasado; el libro inédito del poeta Ulises Carrión Montones de metáforas; así como la colección “Actual de poesía”, que ha contado, entre otras, con las plumas de Mario Panyauga, autor del libro Pueblerío, una suerte de recorrido lírico por la dañada República Mexicana; Eduardo Parra Ramírez, con Refractario; y Daniel Téllez, con Arena Mestiza, un poemario sobre lucha libre.

También, en crónica, han publicado el libro El paseante, el cual retrata la desigualdad y las problemáticas sociales que existen en la zona conurbada entre la CDMX y el Estado de México. En cuento, han lanzado el libro Ratas en la noche, de la reconocida escritora cubana Jamila Medina; mientras que en ensayo editaron el título México País dividido, en que Eliezer Morales Aragón reflexiona sobre el devenir de las clases sociales en México después de la revolución, entre otros. 

En el futuro próximo, Malpaís Ediciones pretende seguir nutriendo el Archivo Negro de la Poesía Mexicana con una serie completamente compuesta por voces de mujeres; y está por publicar, entre abril y mayo de este año, el primer poemario de la poeta Tania Jaramillo, Las cuerpas, que, según palabras de Iván Cruz¸ es una potente voz actual de la homosexualidad y el feminismo.

La calidad de los autores que se publican en Malpaís Ediciones, comenta Iván Cruz, le ha permitido a la editorial no sólo sobrevivir estos 10 años sino a la presente pandemia que ha limitado el flujo de ventas, pues no han estado presentes en sus principales espacios de exhibición, como son las ferias de libro, entre ellas, la FIL de Minería. Sin embargo, la venta sigue en línea, e incluso han agotado algunos de sus tirajes, a través de malpaisediciones.com. 

Para este aniversario en que Malpaís Ediciones celebra su primera década, el sello tiene pensado realizar en el mes de abril un ciclo de lecturas virtuales, vía Facebook Live, con los autores que han publicado hasta ahora.