Milongas Extremas, la banda que cautiva a Extremoduro con ritmo rioplatense

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Montevideo, 12 may (EFE).- Admiración, talento y la fusión del rock con los ritmos típicos del Río de la Plata definen a Milongas Extremas, una banda uruguaya que trazó su camino entre versiones del grupo español Extremoduro y su genialidad para llevar sus temas al ritmo de las guitarras acústicas.

Lo que empezó como un juego de cuatro veinteañeros que versionaban los temas de su banda favorita llegó a niveles inalcanzables cuando el líder de Extremoduro, Robe Iniesta, sentenció que, de todos los grupos del mundo que tocaban sus canciones, solo le gustaba Milongas Extremas.

Y en este tiempo en que el placentino alumbra su "Mayéutica", en un parque montevideano en pleno otoño austral y antes de ponerse a tocar su versión de "Historias prohibidas", Santiago Martínez, Matías Rodríguez, Francisco Stareczek y Pablo 'Paio' Piñeyro hablan con Efe de este sueño milonguero que comenzó en 2008 y del que aún no quieren despertar.

GUITARRA ESPAÑOLA CON RITMO RIOPLATENSE

Desde Uruguay, a miles de kilómetros de Plasencia, la ciudad española donde surgió Extremoduro, estos jóvenes decidieron llevar ese rock de sonido rotundo a la melodía del tango y la milonga que, con el sonar de las guitarras criollas, adquiere una estética completamente diferente.

"Nosotros somos de Uruguay, de esta zona del Río de la Plata, donde el tango y la milonga son un género muy fuerte. Hay mucha gente que a la milonga le dice el 'blues' del Uruguay; es un género que desde chico consumimos, nos gusta", narra Paio.

Mediante el juego y la experimentación con las canciones de Extremoduro, empezaron a cautivar con su música.

"Las canciones nos parecen fascinantes por todo, por el trabajo que tienen hecho, el amor que le ponen a la música que hacen, nos gusta mucho. Siempre nos cautivó. Nos sigue gustando", explica a Efe Stareczek.

Pese a que uno de los discos que les impactó fue "La ley innata" (2008), los primeros temas que versionaron fueron anteriores: "A fuego" o "La vereda de la puerta de atrás" (2002) y "No me calientes que me hundo" (1993).

Los versos "¿Dónde están los besos que te debo? / En una cajita / Que nunca llevo el corazón encima / Por si me lo quitan" ("A fuego") adquieren un tono melancólico cuando la intensidad de la guitarra eléctrica y la voz de Robe pasan por el tamiz de la milonga.

Y esa exploración para los cambios -además de reconocer su complejidad- les ha llevado a hacerse "más hinchas que nunca" de Extremoduro, enfatiza Paio.

DEL 'MIMO' DE ROBE A PRODUCIR CON IÑAKI ANTÓN

"A mí los únicos que me gustan son unos que se llaman Milongas Extremas, que son de Uruguay. Porque le dan una cosa a las canciones, las hacen de otra manera, con otros instrumentos y te da puntito oirlo. ¿Crees que me podría gustar una banda tributo que hace canciones mías? Ni siquiera quiero oirlo. He oído eso de Milongas porque es una cosa nueva, distinta, fresquita", sentenció Robe.

Aquella afirmación hecha en 2015, cuando presentó su primer disco en solitario "Lo que aletea en nuestras cabezas", marcó a los uruguayos que, a la distancia, sintieron el calor de un abrazo que aún les dura.

"La escuchamos 18.000 veces", subraya Paio con una clara hipérbole, que refleja el sentir de esta banda que vio, inesperadamente, cómo su arte había llegado a los artistas que idolatraban.

"Que hagan esos gestos de hablar de nosotros en una conferencia de prensa, saber que nos escucharon, que tuvimos un par de encuentros, le da un gustito muy bueno a la historia", enfatiza.

La relación con ellos había empezado un año antes. Cuando Extremoduro llegó a Uruguay en 2014, los quisieron como teloneros pero con una advertencia: tenían que tocar temas propios.

"Nosotros ya veníamos trabajando temas nuestros, pero eso fue un gran empujón", recuerda Stareczek porque fue un momento clave para que la banda se decidiera por expresar lo que realmente ellos quieren decir con su arte.

Conocerlos, ver que son "buena gente" los hizo crecer como artistas y personas. "Es hermoso cuando te pasa eso porque enaltece más esa figura que uno ya la tiene allá arriba", asegura.

Incluso su último disco "El mismo cielo" -con temas propios-, que vio la luz en plena oscuridad pandémica, fue producido por Antón y la banda uruguaya cumplió el sueño de ir a grabar a Bilbao ante los ojos de uno de sus referentes.

Quizá, algún día puedan actuar mano a mano con sus ídolos pero, hasta entonces, Milongas Extremas siguen componiendo, puliendo su estilo y a la espera de que la situación sanitaria les permita tocar para seguir transformando el rock al ritmo del Río de la Plata.

EFE

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