Pyo Portilla y Mark Horton: El hubiera sí que existe

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Por Carlos Meraz

El primer canciller de Alemania Occidental, Konrad Adenauer, sentenció: “La historia es la suma total de todas aquellas cosas que hubieran podido evitarse”. Y es que irremediablemente el ser humano no se escapa de la eterna pregunta a la duda más introspectiva e existencialista: el hubiera.

Contrario a lo que se cree el hubiera sí existe y no sólo para ejemplificar la conjugación gramatical del pretérito imperfecto del subjuntivo, sino también para recordarnos hasta el martirio perpetuo, en una suerte de bucle temporal sin respuesta alguna, lo que no hicimos o dejamos de hacer, tal y como lo ejemplifica la canción ¿Qué hubiera pasado?, de Pyo Portilla y Mark Horton.

La balada a dos voces, disponible en plataformas digitales, fusiona los mundos, estilos e historias de la mancuerna musical: con los sonidos electrónicos de Pyo, al frente de los sintetizadores, con la parte orgánica de Mark, en la guitarra acústica.

“El título me voló la cabeza”, aseguró Mark, “esa incógnita detonó la canción que nace de una idea de Pyo. Es un pop orgánico con todas sus letras, una suerte de power ballad con destellos de rock, con una dualidad entre sofisticada y artesanal, electrónica con acústica y tecnológica con orgánica”.

SIN QUÍMICA NO HAY MAGIA
Producida por 3KMKZ y el propio Mark en la CDMX y Cuarto Azul Studio en Veracruz, la canción ¿Qué hubiera pasado? describe la visión de los dos músicos veracruzanos hacia acciones o eventos pasados que alguna vez deseamos que ocurrieran pero no sucedieron, porque lamentablemente el hubiere existe únicamente como modo verbal, como reproche y flagelo del recuerdo fallido en la mente, pero no como una realidad.

“La química es importante en cualquier colaboración y aún mucho más en un dueto, pues sin química no hay magia.

“Es una canción para llorar, con una pregunta que trae implícita una respuesta eminentemente personal. Es muy existencial y además reflexiva; habla de decisiones y de asumir su costo en la vida real, pero no en la memoria que nos atormenta con el recuerdo de un acontecimiento importante del pasado y de cómo pudimos cambiarlo y no quisimos por soberbia o insensibilidad”, advirtió Pyo.

¿Qué hubiera pasado? evidencia que el destino suele ser el desenlace idóneo, ya que irremediablemente todo está escrito en la vida, con la salvedad de poder hacer algunos cambios en la historia personal, en un drama o más bien suspense del que nadie puede predecir con certeza su final.