Rocío Sánchez Azuara: Un 'talk show' que apapacha

Foto: TV Azteca

Por Carlos Meraz

La mujer más influyente de Estados Unidos e icono del talk show, la presentadora de televisión Oprah Winfrey sentenció: “El descubrimiento más grande de todos los tiempos es que una persona puede cambiar su futuro con sólo cambiar su actitud”. Y, en efecto, la aceptación del error y un cambio de comportamiento es la finalidad de la nueva emisión de la conductora potosina Rocío Sánchez Azuara, en su publicitado regreso a la que fuera su casa, Televisión Azteca.

Desde el pasado 25 de abril, la ojiverde de 58 años presentó su nuevo programa Acércate a Rocío por la señal de Azteca Uno, tras su fugaz paso por Grupo Imagen con Rocío a tu lado, en su vuelta a la televisora del Ajusco que la encumbró en 1999 como pionera del talk show en México con la emisión Cosas de la Vida.

“Es un talk show apapachador... Siempre he querido hacer este tipo de formato, es un sueño hecho realidad, nunca me ha gustado que  tenga violencia y gritos (entre los panelistas, algo recurrente en el polémico género). Tiene un propósito de servir, concientizar y ayudar, siempre apegándonos al respeto y a la verdad.

“Esa palabra la uso mucho. Yo vengo de la huasteca potosina y mi ADN tienen que ver mucho con esa palabra: apapachar. Ser un bálsamo para aquellas personas que pasan por una situación complicada. Sirve mucho tener cerca gente que te ama, pero también sirve que quienes hemos pasado dolor y pérdidas irreparables —en alusión  a la muerte de su hija Daniela, de 31 años, por un lupus sistémico eritematoso el 23 de septiembre de 2019— mostremos a la gente que sí se puede salir adelante”, advirtió.

NO RECICLA PANELISTAS

Sánchez Azuara destacó que la génesis de su programa consiste en “ver nuestros problemas lo más pequeños posibles, a pesar de lo gigantes de que nos puedan parecer”.

“El talk show de Acércate a Rocío es una clínica de emociones, de historias reales, lo aclaro porque se me ha tratado de vincular con temas falsos. 

“Se ha dicho que reciclo panelistas, lo cual es falso. En efecto, algunos fueron a otros programas que no tienen nada que ver con el mío, pero los llevaron los mismos investigadores que en algún momento trabajaron conmigo, incluso con las mismas historias. Esas personas ya no están conmigo”, aseguró. 

La periodista destacó que la credibilidad es clave no sólo en su profesión sino en su tradición familiar.

“No sólo sería fallarme a mí misma, sino fallarle a un ser que amo con todo mi corazón, que es mi hija, con quien escribí este formato. Para mi las personas no mueren, mi esencia así me lo indica: en la huasteca una de las tradiciones es el Xantolo, que en náhuatl quiere decir Día de Muertos, donde las personas no mueren, trascienden a una mejor vida, como le sucedió a mi madre —doña Juana Azuara Meraz— a los 97 años en octubre de 2020, un año después que lo hizo mi hija”, concluyó.