Por Carlos Meraz
Uno de los guitarristas sagrados del Olimpo del rock, Jimmy Page, de Led Zeppelin, advirtió: “Deja de tocar la guitarra un día y lo notarás tú. Deja de tocarla dos días y lo notará tu maestro. Deja de tocarla tres y empezará a notarlo el público“. Esa es la exigencia del instrumento insignia del género al que la banda mexicana Vigilante se ha inscrito.
Bajo la influencia del britpop noventero y sobre todo del movimiento Madchester desde The Stone Roses hasta Oasis, el grupo poblano promociona su segundo álbum de estudio, titulado 2020, del que se desprende el cuarto sencillo Bajo el sol.
La alineación —compuesta por Francisco Peláez, en la voz y bajo; Jordi Badal, en la batería y Lorenzo Cejo y Andrés Peláez, en las guitarras— aunque escogió el nombre del disco en 2019 decidió mantenerlo por el acontecimiento mundial de la pandemia y, sobre todo, por ser el año de la muerte de su productor José Carlos de Luna a medio proceso de grabación, siendo terminado de mezclar por Pipe Ceballos, posponiéndose el lanzamiento a noviembre de 2021.
“Nuestras letras son más maduras e introspectivas, pero nuestro sello distintivo no es ser otra banda de rock, sino que somos una banda de guitarras, idóneas para un road trip (viaje por carretera)”, precisó Andrés.
OTRO MÁS QUE MUERDE EL POLVO
Entre los planes de Vigilante para 2022 destaca la planeación de un live session, que desea grabar en el Estadio Olímpico Ignacio Zaragoza de su natal Puebla, donde Queen ofreció un memorable concierto el 18 de octubre de 1981.
“Lo haremos dentro o fuera del lugar. Somos fans de Queen y queremos ofrecer un show en recuerdo a su única visita a México.
“También queremos hacer otro live session combinando nuestros dos discos (Vigilante y 2020) para el primer trimestre de 2022”, destacó Andrés.
Además, el grupo incluirá su bailable canción Felicidad, grabada con el productor Phil Vinall —quien ha trabajado con Zoé, Placebo y Pulp—, para el programa Emergente, que Canal Once estrenara el próximo año.
“Nuestras letras son de vivencias, de que no estamos ni en el suelo y mecho menos en la cima sino picando piedra”, concluyó.
