Marcelo Fabián Monges.
Escritor y periodista.
La democracia no es una cuestión de votar cada determinado tiempo y nada más. Creer que eso solo es la democracia es dejar que el plato que representa la calidad de vida de todos los ciudadanos se lo coman los buitres.
Este domingo se realizó en Baja California una encuesta simulada, por “Consulta Mitofsky” para preguntarle “a la ciudadanía” si quieren que Jaime Bonilla, el Gobernador electo de Morena, se quede en el poder durante dos años, como lo marca la Ley, que es por lo que votó la gente que lo eligió para ese mandato, o se quede por cinco años, como lo dispusieron los diputados de la Cámara de Diputados de ese estado, que supo comprar Jaime Bonilla.
Para la realización de esta encuesta no se pidó identificación alguna a los que votaron. Lo mismo lo podía hacer un ciudadano en una mesa de votación o en varias. En la “encuesta” votó incluso el mismo Jaime Bonilla, por si fuera poco, y obviamente, lo haría por la extensión de su mandato por cinco años.
La encuesta incluso fue descalificada por el mismo presidente del Instituto Nacional Electoral, Lorenzo Córdoba, quien afirmó que las preguntas fueron amañadas.
La encuesta vergonzosa, a la que se ha prestado Consulta Mitofsky de Roy Campos, pretende convalidar la acción inconstitucional del congreso del estado de Baja California de extender el mandato de Jaime Bonilla como Gobernador de dos a cinco años.
López Obrador se hizo el distraído mientras pudo. Jamás osó contradecir el contubernio anticonstitucional entre el gobernador y el Congreso local. Hasta que hizo declaraciones como: “la autoridad va a decidir”, pasando últimamente a decir que es una controversia que decidirá la Suprema Corte. Para pasar a decir después de la consulta que: “estoy en huelga de entrevistas”. Todas estas, expresiones que responden a formas de manipulación propias de un lobo de mar con más años que los dinosaurios.
Según el resultado de la simulada “encuesta” a la que se ha prestado vergonzosamente “Consulta Mitofsky”, el 70 por ciento de los bajacalifornianos quiere que Bonilla se quede cinco años.
Este es el preludio de la mentira más grande que López Obrador le hará a todos los mexicanos, el día que materialice y haga efectivo el “me voy a quedar hasta que lo diga la gente”, o “Voy a durar el tiempo que el pueblo quiera”.
Si la sociedad mexicana, la oposición, las instituciones democráticas, la sociedad civil, no reaccionan con suficiente fuerza y vigor como para no dejar pasar la Ley Bonilla, con todos sus trucos para legitimarse y burlar la Constitución, la puerta para la reelección de López Obrador, disfrazada de extensión de mandato o de cualquier otra forma, se habrá abierto indefectiblemente. Y de esta forma el laboratorio que Morena ha montado para hacer crujir a las instituciones, darle la vuelta y con ello saltarse la Constitución con la Ley Bonilla, habrá sido totalmente exitoso.
En esto hay que tener muy presente que la democracia se defiende y se ejerce todos los días, y si es necesario defenderla en la calle, también es un sitio adecuado para hacerlo.
EL BUEN GUSTO:
El escritor mexicano Ricardo Garibay definía al buen gusto como “al arte de sentir con delicadeza”. Puesto que “el buen gusto” es una cualidad absolutamente necesaria de promover en esta sociedad, en esta sección de esta columna promoveremos costumbres, lugares, sabores y hasta breves históricas relacionadas con el buen gusto.
Es un placer tenerlos como lectores. Y sean todos bienvenidos.
