China.- Si algo caracteriza a los chinos es su estricta educación, pero a veces pueden excederse un poco los profesores al enseñarles la disciplina a sus alumnos. Un joven de 16 años murió después de que recibiera un severo castigo por hablar durante la hora de la siesta.
En la Escuela Intermedia Xinshao No.2, un maestro le ordenó al estudiante de apellido Zhang que realizara saltos de rana con las manos colocadas detrás de la espalda en una pendiente de 20 metros durante la hora del receso; el esfuerzo dejó exhausto al menor que cayó inconsciente cuando terminó el ejercicio.
Al ver que no reaccionaba y que sangraba por la boca, nariz y ojos, fue llevado al hospital donde determinaron que murió por una hemorragia.
Lo curioso del caso es que Zhang no estaba solo, su amigo –con el que habló cuando estaba prohibido- recibió y realizó la misma sanción, pero su estado de salud es completamente bueno y no presentó ninguna afectación por los saltos.
Pese a que el incidente no se condiera como un homicidio o delito, sino un accidente, el profesor será investigado junto a otros tres miembros del personal escolar para concluir si tienen “mala conducta en el trabajo”.
Vah
