Estudio reveló que la contaminación ambiental propicia conductas delictivas entre jóvenes

De acuerdo con un reciente estudio de la Escuela de Medicina Keck de la Universidad del Sur de California, los altos niveles de contaminación atmosférica provocan que las poblaciones juveniles incurran en actos delictivos, esto ante la falta de una cultura ambiental y más espacios verdes en las urbes mayormente pobladas.

Diminutos residuos de contaminación llamados partículas de materia 2.5 (PM2.5), 30 veces más pequeñas que un cabello, son extremadamente dañinas para la salud, afirma la principal autora de dicha trbajo, Diana Younan, quien es investigadora asociada de Medicina Preventiva en la Escuela de Medicina Keck.

“Estas diminutas partículas tóxicas se infiltran en su cuerpo, afectando a sus pulmones y su corazón. Los estudios están empezando a mostrar que la exposición a diversos contaminantes del aire también causa inflamación en el cerebro. Las PM2.5 son particularmente dañinas para los cerebros en desarrollo porque puede dañar la estructura cerebral y las redes neuronales y, como nuestro estudio sugiere, influir en los comportamientos de los adolescentes", argumentó Younan.

Las conclusiones del estudio, publicadas durante este miércoles en el “Journal of Abnormal Psychology”, explican que la contaminación del aire puede provocar un comportamiento delincuente en los jóvenes de entre 9 y 18 años, sobre todo en los barrios urbanos de Los Ángeles, en Estados Unidos.

Al respecto, los investigadores indicaron que los efectos insidiosos se ven reflejados en las malas relaciones entre padres e hijos, la angustia mental y social de los padres.

“Estudios previos realizados por otros científicos han demostrado que la exposición temprana al plomo altera el desarrollo cerebral y aumenta el comportamiento agresivo y la delincuencia juvenil -aclaró Younan-. Es posible que crecer en lugares con niveles insalubres de partículas pequeñas al aire libre pueda tener resultados conductuales negativos similares, aunque se necesita más investigación para confirmarlo. Tanto el plomo como las PM2.5 son factores ambientales que podemos solucionar mediante un esfuerzo de intervención concertado y cambios de políticas".