A pesar de las intervenciones en el lugar de los hechos, los peritos no pueden determinar si fue suicidio o estrangulamiento, por lo que requiere más elementos.
Javier García Ortiz, perito que lleva el caso de la muerte de Lesvy Berlín Rivera Osorio, afirmó que a pesar de las intervenciones en el lugar de los hechos, no puede determinar si fue suicidio o estrangulamiento, por lo que requiere más elementos.
Durante la audiencia en contra de Jorge Luis González, expareja y presunto feminicida de Lesvy, detalló que le practicó el raspado de uñas, como marca el protocolo de feminicidios, y determinó que no encontró datos de forcejeo y defensa en la occisa.
Asimismo, el funcionario de la Procuraduría General de Justicia (PGJ) capitalina sostuvo que la víctima, encontrada sin vida en una cabina telefónica en Ciudad Universitaria (CU) el 3 de mayo de 2017, mantenía su posición original de muerte durante la investigación, es decir que no se alteró la escena.
Ante el Tribunal Colegiado de la capital, integrado por tres jueces, García Ortiz declaró que este caso tuvo dos intervenciones: el 3 y 5 de mayo de 2017. En la primera fecha arribó al lugar de los hechos a las 8:15 horas, donde estaba la cabina cubierta con dos lonas blancas y acordonada unos 10 metros.
Recordó que el cuerpo de Lesvy fue trasladado al anfiteatro, donde se realizaron los exámenes, incluida a su ropa; sin embargo, no se encontraron fricciones en sus tenis.
En los juzgados del Reclusorio Preventivo Varonil Oriente, el experto explicó que Lesvy tendría un intervalo de muerta de entre tres a cinco horas, y no se encontró un nudo de ahorcamiento en el cable de teléfono con el que fue encontrada la joven.
El 5 de mayo regresó a CU para retirar el cable y buscar más rastros de genética; sin embargo, no pudo quitar el día 3 porque necesitaba un oficio de autorización, pero cuando regresó se percató que el lugar no estaba preservado, pues había cartulinas, flores y veladoras.
