Gastan 200 mdp en Cetram de Periférico Oriente y no lo usan [VIDEO]

Texto y fotos: Erick Miranda

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Entre escaleras automáticas que no funcionan, un elevador en desuso, locales abandonados, escasa señalética y corredores vacíos, es como brinda servicio el Centro de Transferencia Modal (Cetram) Periférico Oriente, ubicado en el cruce de la Avenida Tláhuac y Periférico, en la delegación Iztapalapa, al suroriente de la capital.

El proyecto de intermodalidad urbana, que demandó una inversión de 200 millones de pesos y cuyo objetivo es el de facilitar el tránsito de pasajeros que diariamente transbordan de un medio de transporte a otro, se encuentra “abandonado”, coinciden usuarios.


Durante un recorrido hecho por Diario de México, se constató que en el paradero de la parte baja sólo dos rutas de transporte público entran a las bahías vehiculares, mientras que en los pisos contiguos las instalaciones comerciales se encuentran vandalizadas, sucias y sin vigilancia.

En uno de los accesos al Cetram, cercano a una parada de autobús donde ascienden y descienden pasajeros de la ruta 112 (Santa Marta Acatitla-C.U.), Angélica, y quien es usuaria regular del centro, aseguró que “el lugar siempre ha estado solo, ya sea de día o de noche; mucha gente lo que hace es rodear porque aparte de que aquí no entran los camiones esto parece una jaula gigante […] y arriba está casi igual o peor, todo solitario y descuidado”.


De igual modo, Silvia N., usuaria de 62 años, comentó que “la construcción nunca ha servido, ni se sabe para qué la hicieron pues no tiene ningún fin; sólo después del sismo sirvió para que las micros hicieran base ahí, pero ahora que se reabrieron las estaciones pues ya se volvió a desocupar y afuera el tránsito se intensificó”.

El sitio, con un área 8 mil 556 metros cuadrados, fue inaugurado durante enero de 2014 y tiene una capacidad para 130 locales comerciales, así como para albergar a más de mil 100 unidades de transporte público, sin embargo, sólo 5 locales abren y únicamente dos rutas, incluida la 47A de la Red de Transporte de Pasajeros (RTP) que va de Nativitas a la Alameda Oriente, operan en el paradero.

Asimismo, Arturo B., residente de la colonia La Esperanza, explicó que el Cetram es una edificación abandonada que sólo proporciona sombra a los pasajeros del RTP, no obstante, la misma “podría representar un riesgo, y más por la noche, porque está muy sola y no hay ningún policía vigilándola ya hasta que se llega a los torniquetes del Metro”, refirió.


En tanto, Alejandro T., quien a diario llega en bicicleta desde la colonia Bellavista para abordar la Línea 12, expresó que prefiere “dejar la bici amarrada de este lado [en medio del camellón y frente a la entrada principal de la estación], porque aunque el centro tiene un biciestacionamiento, el lugar está muy escondido, y acá es más difícil que se la vuelen porque hay más bicis y está más a la vista de cualquiera”.


Ante el estado actual de las instalaciones de dicho Cetram, esta casa editorial contactó a la Secretaría de Movilidad de la Ciudad de México (Semovi) y a la Dirección General de Centros de Transferencia Modal; sin embargo, y al cierre de esta edición, no recibió una respuesta en relación al tema.

Asimismo, Guadalupe V., señora de 58 años quien diariamente toma el Metro para ir a dejar a su nieta a casa de su hija luego de que ésta regrese de trabajar, comentó que “es muy cansado tener que subir las escaleras; además de que desde que se inauguró esto [el Cetram], nunca ha sido ocupado por completo: antes había un poco más de locales abiertos, pero casi todos los han ido abandonando”.


“Yo creo que esto fue una obra mal planeada o ya de plano para terminarse de gastar los recursos públicos, porque si uno voltea hacia las calles, se puede ver que falta tapar baches, pintar paredes, mejorar la iluminación”, resaltó.

De acuerdo con información difundida por la propia Semovi, el Cetram Periférico Oriente está planeado para recibir una afluencia cercana a los 29 mil usuarios diarios, no obstante, y de acuerdo con los locatarios de la plaza, quienes principalmente se dedican a la venta de ropa, bisutería y abarrotes, menos de 500 personas transitan diariamente por dicha área.